Marc Aleixandri, mejor diseñador emergente: "Empecé haciendo punto de cruz con la abuela Rosa"

Barcelona

Marc Aleixandri aún está asimilando haber sido el mejor diseñador emergente de la Semana de la Moda de Madrid. El premio, Mercedes-Benz Fashion Talent, que ha sido el inicio de la carrera de muchos referentes de la moda como Ernesto Naranjo, Dominnico o Pepa Salazar, la diseñadora de Rosalía, lo ha ganado él con su primera colección, Violetas, inspirada en el travestismo de la época franquista.

"No es solo una expresión estética, sino un reconocimiento a la dignidad de quienes, a pesar de la persecución, se mantuvieron fieles a su identidad". Así presentaba Aleixandri su colección, un conjunto de diseños inspirados en una redada policial en Madrid a finales de los años 70, con el objetivo de que esta primera colección fuera también una "carta de presentación" de él, sus ideas y su personalidad. Con este premio, ahora Aleixandri será uno de los diseñadores invitados a la Fashion Week de México.

La historia de un sueño

La historia que quiere contar Violetas se divide en tres bloques. El primero, el policial, en el que Aleixandri se inspira en los uniformes de las fuerzas de autoridad de la época y los reinterpreta y deconstruye para "reconstruirlos, despojarlos de la violencia y reapropiarnos de ese imaginario de manera empoderada". En el segundo bloque, una "mezcla de códigos", faldas masculinas con camisas masculinas y otras prendas mal puestas visualmente que expresan "la prisa por desvestirse y que la policía no los atrapara". Y en el tercer bloque, "los travestis en su máxima esplendor", para reivindicar que vuelven libres.

El proceso detrás de esta colección, que es el sueño que tenía Marc desde primer curso de diseño, ha sido un trabajo arduo de un año dentro de un pequeño taller en casa de sus padres, con entrevistas y pódcast de víctimas del franquismo de fondo: "La forma más pura que he tenido de inspirarme ha sido a través de las personas que vivieron esta historia".

De casa de la abuela Rosa a la gran pasarela

"Empecé haciendo punto de cruz y medio punto en los veranos con la abuela Rosa". Este es el primer recuerdo que tiene Marc sobre su interés por hacer cosas manuales. Si bien es cierto que se ha pasado toda la vida dibujando vestidos, los veranos en casa de su abuela materna fueron clave. Por eso se la llevó a Madrid, donde "fue un mar de lágrimas de principio a fin".

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La carrera profesional de Aleixandri, sin embargo, no estuvo tan clara desde el principio. La idea inicial era estudiar Bellas Artes, pero la primera decisión fue diseño gráfico. Sin embargo, acabó imponiéndose la moda cuando pasaba por las aulas y sentía que se había equivocado. En segundo curso, el diseñador gráfico pasó a ser diseñador de moda, y ahí empezó todo. Una vez graduado, consiguió un gran trabajo en Palomo Spain, que decidió dejar para crear su primer proyecto, Aleixandri Studio: "Fue como presentarme voluntariamente al borde de un precipicio y lanzarme sin saber si el paracaídas funcionaría". Pero lo hizo, y ahora es el diseñador emergente del año.

El mundo de la moda

El mundo de la moda es la pasión de Marc Aleixandri, pero es consciente de que también es un "mundo frío y con una fuerte lucha de egos". Sabe que, desde fuera, puede parecer un mundo banal y, de hecho, a él mismo en algunos momentos se lo parece mucho: "Creo que lo que hacemos no es tan importante, no salvamos la vida a nadie". Él se limita, y quiere limitarse, a hacer lo que sabe hacer, crear comunidad y proyectos colaborativos para enriquecerse más.

Aleixandri también es consciente de cómo un tipo de moda, el fast fashion, "destroza vidas y el mundo", algo de lo que "se debería hablar más". Él, el mejor diseñador emergente, intenta evitarlo en la medida de lo posible: "Siempre que tengo que comprar ropa intento ir a tiendas de segunda mano".