Tardà: “ERC necesita un giro a la izquierda. Se tienen que acabar los pactos con el centroderecha catalán”

Barcelona

El proceso ha muerto y ahora mismo el gran foco está puesto en las crecientes desigualdades sociales que han sumido la ciudadanía en la precariedad. Es bajo esta premisa que Joan Tardà emplaza a su partido a apostar claramente por un "un giro a la izquierda". Esto "es el que hace falta", dice, "en un momento donde tanto el país como el mundo cambia a una velocidad vertiginosa y todo se vuelve muy incierto". ERC se encuentra en pleno debate congresual, una vez ha consolidado ya la renovación de liderazgos, que ha devuelto las riendas a Oriol Junqueras.

Para Tardà, los republicanos deberían aprovechar la crisis interna que están atravesando como una oportunidad. "El congreso no solo es para elegir las personas que tienen que comandar la nave, es mucho más importante saber qué hay que hacer, como y con quien", afirma el exdiputado. Es en ese sentido que aboga por acompañar este volantazo todavía más hacia la izquierda con cortar amarras con la antigua convergencia y sus herederos. Lo ha dicho con total rotundidad: "hay que acabar con la cultura de los frentes patrióticos". Y ha puesto como ejemplo Junts pel Sí o los gobiernos de coalición de los últimos años del proceso, entre Convergència y ERC y ERC y Junts. En aquel momento, dice, "intentamos ganar a la primera, creímos que podíamos conquistar el palacio de invierno a la primera, y no fue posible". Llegados a este punto, entiende que "es evidente que no tiene ningún sentido que la acumulación de fuerzas provenga de pactos con el centro derecha catalán, esto se tiene que acabar". Por lo contrario, cree que la estrategia de cara al futuro tiene que pasar por "la acumulación de fuerzas de la izquierda catalana y aquí hay soberanistas y que no lo son".

Tardà se ha mostrado enojado por el hecho de que el resto de partidos no hayan hecho suficiente autocrítica de los años más convulsos del proceso. "Me jode que otros partidos no hayan hecho el ejercicio que hemos hecho nosotros para detectar qué es el que habíamos hecho más que bien y el que habíamos hecho fatal", ha expresado. Sobre qué fueron estas cosas que no se hicieron bien, ha admitido que "vivíamos en un orgasmo" que los llevó a "confundir que el silencio de los compatriotas que no expresaban ni devoción ni animadversión al proceso era aceptación pasiva". En este sentido ha pedido que "el PSC diga también que no hicieron bien".