Gemma Nierga vuelve a la SER el día del centenario: "La radio es terapéutica; es mi vida"

Barcelona

Si Gemma Nierga tuviera que hacer algo nueva en la radio, haría radio deportiva, a pesar de no tenerlo del todo claro. "Mi madre se dormía con la radio bajo la almohada y escuchaba Jordi Basté y hablaba con él. Le daba la razón cuando hablaba del Guardiola o de los árbitros". "Ella murió joven, enfermó, y es un recuerdo que tengo muy bonito", ha explicado. "La radio es una parte de emoción, casi terapéutica; como tomarme la pastilla antes de ir a dormir. Pues no me la tomo, me pongo la radio, y me ayuda a dormir".

La actual presentadora del programa Café de Idees, en La 2 y Radio 4, ha bromeado con sus hábitos como oyente.

"A media noche sentiré a aquella voz y refunfuñando lo apagaré. Cuando me despierte, pondré la mano bajo la almohada y la volveré a encender. Soy un poco promiscua, a veces me voy a dormir con uno y me levanto con otro". A pesar de que quiere entrar en el mundo del pódcast, "continúo siendo mujer de radio y de transistor. Me gusta la radio deportiva y que me expliquen cosas del Barça", a pesar de que ahora la situación de los blaugranas no es la mejor. Escucha muchas emisoras, "la Anna Puigboltas, con el Balcó (SER Catalunya), que es buenísimo", y salta de una tertulia a otra y de una editorial a otra, explica.

La salida de la SER

Sobre su salida de la radio, ha dicho que nunca le han explicado los motivos ni los ha preguntado. "Es un momento oscuro de mi vida y, para mí, lo es de esta casa, donde los que mandaban eran oscuros. No me apetece recordarlo porque ya no están, y la gente que hay ahora son fantásticos y continúo amando mucho la SER. Entro aquí e iría a mi mesa, me sentaría y diría: Pablo, que hacemos hoy?". "Es fantástico como los buenos recuerdos se apoderan de mí. Ahora todo vuelve a brillar", ha concluido.

La vocación de Gemma Nierga

La primera pregunta de Pablo Tallón, sobre el momento en el que decidió dedicarse a la radio, ha sorprendido la presentadora. "Por eso triunfa Pablo Tallón en las entrevistas, porque hace las preguntas directamente". Gemma Nierga ha respondido que empezó cuando "tenía unos 16 o 17 años y empecé a pensar que quería ser periodista, porque había escuchado que eran los que explicaban el que pasaba en el mundo". En realidad, esto no entraba en sus planes de más pequeña, cuando quería ser bailarina, actriz o maestra.

Confirma que siempre le ha gustado la comunicación y ha sentido atracción por los escenarios. Se ofrecía como voluntaria para leer en misa cuando las monjas lo pedían, si bien los primeros días ante el micrófono no fueron del todo buenos. "Cuando entré en aquel estudio de Radio Vilassar de Dalt y se encendió el piloto rojo, yo me puse tan nerviosa! Si mi guion decía que alguien estaba rodando en Múnich, yo decía que estaba rodando en Montjuic. Estaba tan nerviosa que no leía bien".

El 'Parlar per parlar'

En la entrevista, Gemma Nierga ha recordado los inicios, en 1990, con el programa 'Hablar para hablar', del cual ha confesado un secreto: "Empezaba un programa de una hora de llamada, donde no llamaba nadie. Y entonces llamaba mi hermano, mi primo o algún amigo mío. Al principio eran conexiones falsas, a pesar de que las historias eran reales". También ha confesado que la radio de madrugada no le acaba de convencer y con su madre flipaba con lo que le explicaban los oyentes. Después vino el salto a La Ventana, donde se sintió más cómoda. Destaca que durante los quince años que estuvo al frente, los jefes de la emisora no les dijeron que no nunca, y que esto les permitió probar cosas nuevas y también equivocarse. "Al principio nos queríamos copiar de Sardà y hacer entrevistas muy creativas, pero como que no me sentía cómoda, aquello no era de verdad. Y los oyentes lo notan enseguida, porque me quedaba forzado. Pero éramos capaces de darnos cuenta".