La mayoría de los árbitros creen que Negreira no influyó en los arbitrajes, pero interpretan que el Barça pagó para que así fuera

Barcelona

Árbitros y exárbitros profesionales han negado ante la Guardia Civil que José María Enríquez Negreira hubiese podido influir en la competición mientras fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros y mientras el FC Barcelona le pagó 7,3 millones de euros, una cifra que el club catalán le abonó entre los años 2001 y 2018, hasta que el excolegiado cesó en su cargo en el CTA. Árbitros mediáticamente conocidos y reputados como Mateu Lahoz, Alfonso Álvarez Izquierdo, Santiago Jaime Latre o Iturralde González consideran "imposible" que los pagos del Barça a Negreira o a su hijo, Javier Enríquez Romero, tuvieran nunca un impacto en los resultados ni en los arbitrajes.

La Guardia Civil ha entregado al juez del caso Negreira, Joaquín Aguirre, un informe correspondiente a la entrada y registro en el Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española realizada el pasado 28 de septiembre y con las declaraciones de 21 árbitros y exárbitros profesionales interrogados como testigos, una documentación que obra en el sumario de la causa y a la que ha podido acceder la Cadena SER. Todos ellos consideran que Negreira nunca pudo corromper a ningún árbitro, aunque sí le definen como una persona de peso en el estamento arbitral, ya que durante su etapa en el CTA formaba parte del comité que decidía los ascensos y descensos y que, además, los comunicaba. El mismo Mateu Lahoz le define como un "general o coronel" y que, por lo tanto, las declaraciones del actual presidente del CTA, Luis Medina Cantalejo, en las que afirmó que Negreira "no pintaba nada", son "absolutamente desacertadas" y que "no tienen sentido".

Sin embargo, varios árbitros sí consideran que el FC Barcelona buscó influir en la competición, aunque no lo logró. Jaime Latre declaró que, en su parecer, "el Barcelona pagaba para que no le perjudicaran", pero que esto "no afectó en los arbitrajes"; una opinión prácticamente idéntica a la de Medié Jiménez, Areces Franco, Fernández Hinojosa o González González.

Muchos conocían al hijo

Javier Enríquez Romero también cobró del Barça entre 2014 y 2018. Lo hizo a través de un intermediario, José Contreras, miembro de la comisión deportiva del club durante la etapa de Josep Maria Bartomeu a la presidencia. Contreras facturaba al Barça, se quedaba un alto porcentaje del pago y transfería el resto a Enríquez Romero. Su trabajo? Confeccionar informes arbitrales, aquellos más de 600 informes que presentó Joan Laporta en rueda de prensa y que el mismo club entregó al juzgado que instruye el caso.

Pero además de esos informes, Javier Enríquez también trabajaba para jugadores y árbitros, que le contrataban como coach. En las declaraciones ante al Guardia Civil, varios de los árbitros sí coinciden en remarcar que Enríquez era una persona conocida en el mundo del arbitraje español, que tenía su peso porque había trabajado en el CTA y en la Federación Española y que se le veía recurrentemente por los campos del Barça, el Espanyol, el Girona e incluso el Nàstic de Tarragona. A algunos de los que le tenían contratado, como Santiago Jaime Latre o Jon Núñez Fernández, les había llegado a acompañar al estadio con su vehículo de la marca Mercedes.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

El juez insiste en el cohecho

Joaquín Aguirre, juez instructor del caso, insiste en calificar los pagos del Barça a Enríquez Negreira como delito de cohecho, considerando así que el exvicepresidente de los árbitros ejercía funciones públicas en su condición de directivo del Comité Técnico de Árbitros. Según Aguirre, el "cohecho se ha consumado al haberse realizado el pago, se demuestre o no la corrupción sistémica del arbitraje español a causa de tales pagos".

Además, el juez considera "absurdas e inconsistentes" las tesis que defienden que el Barça pagó durante 20 años altas cantidades de dinero a una persona sin peso en el colectivo arbitral. "Como dicha hipótesis carece de cualquier sentido lógico y económico, dadas las cuantías pagadas y la formación profesional de los miembros de las diversas directivas del FC Barcelona, debe buscarse otra línea de investigación como la que proponen el sr Estrada y La Liga", escribe en su auto de entrada y registro en el CTA.

Sin documentación de Sánchez Arminio

En su informe de entrada y registro en el CTA, la Guardia Civil destaca dos hechos que consideró relevantes en la actuación llevada a cabo el 28 de septiembre y que tienen que ver con el presidente del Comité Técnico de Árbitros desde 1993 hasta 2018, Victoriano Sánchez Arminio. Según escriben los investigadores, Antonio Rubinos Pérez, exárbitro y actual director adjunto del CTA, les acompañó en su búsqueda de documentación y les explicó que "a su presencia, el día que cesó Victoriano, éste estuvo al menos 2 o 3 horas en el destructor de papel eliminando documentos". Además, la Guardia Civil no pudo extraer información de la cuenta de correo de Sánchez Arminio porque "se encuentra la cuenta de presidencia que está totalmente vacía".

Los responsables de compliance del Barça no supieron nada

El FC Barcelona implantó un departamento de compliance (cumplimiento normativo) en 2015, aunque no lo desarrolló totalmente hasta 2018, cuando entraron en funcionamiento los sistemas de control internos de pagos y contrataciones. Sin embargo, los responsables de este departamento entre 2015 y 2019 -Enric Mas, Mireia Simona y Sabine Paquer- reconocieron ante la Guardia Civil que el club nunca les informó de las facturas y los contratos con las empresas de José María Enríquez Negreira ni Javier Enríquez Romero. Mas y Paquer explicaron que, si hubieran tenido conocimiento, hubieran elevado un informe negativo a la junta directiva recomendando no firmar el contrato por conflictos de interés de las personas contratadas con el Comité Técnico de Árbitros.