Una conductora de autobús premia a un niño de cuatro años por ser "simpático y educado"

Barcelona

Aran tiene cuatro años. Todos los días, con su padre, cogen el mismo autobús. Siempre a la misma hora. Es el de la línea 55, en Barcelona, para realizar el trayecto desde casa hasta la escuela. Cuando sube, Aran saluda a la conductora. Cuando baja, se despide. Todos los días hace lo mismo. A Aran le encanta el mundo de los autobuses y de la movilidad.

"Desde que era muy pequeño le fascina. El hecho de que alguien que lleve un autobús que supongo ve cómo su profesión de futuro le hable le hace mucha ilusión" ha explicado el padre de Aran, Guillem Murgui, en SER Catalunya . También ha dicho que lo hace en todas partes: "Es un niño que se hace querer. Es pequeñito y supongo que hace gracia".

La semana pasada, Aran le contó a la conductora que sería su cumpleaños. Ella se quedó con esa idea y este lunes cuando él ya bajaba del autobús le pidió que volviera a subir. Le ha dicho que tenía una sorpresa por él y le ha dado una cajita. Dentro, había un trofeo con una placa de TMB en la que se puede leer "para el mejor pasajero de bus 2023. El más educado y el más simpático", el logotipo de la empresa y dos huevos kinder. "Como padre me ha hecho mucha ilusión. Apostamos mucho para que salude, para que se preocupe por cómo está la gente. Es un orgullo no sólo de él, sino también de la conductora. Ojalá dure" ha reconocido el padre. Además, ha explicado que Aran ya quería llevar el premio a la escuela y que le ha tenido que decir que debía durar al menos 24 horas.

En la familia, tienen un cuñado que trabaja en TMB. Un día, Aran subió a la zona de conductor y pudo ver cómo funcionaba. "También le fascinan los camiones de la basura. Supongo que a los más pequeños les encanta todo lo que sea mayor y haga ruido" ha dicho el padre que también ha explicado que el hecho de que su hijo se fije en los autobuses hace, también, que aprenda los números.

Guillem también ha reconocido la importancia que desde casa tiene que las familias enseñen a sus hijos e hijas a saludar. "Por ahora, Aran es diferencial. Cuando hay otros niños hace que también saluden. Los niños hacen un poco lo que ven, y si no saludan la culpa, no la tienen ellos". Sobre el porqué de la insistencia: "Para nuestra familia es muy importante que no perdamos la esencia. Que la gente tenga un buen día es tan sencillo como esto". El premio, ahora mismo, lo tienen cerca de la televisión, en casa, para que Aran lo vaya viendo.