Un alcalde del PP de Palencia se niega a homenajear con un adoquín a un vecino que murió en un campo nazi
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica anuncia que acudirá al Defensor del Pueblo y al Procurador del Común ante la actitud del alcalde de Hontoria de Cerrato

El portavoz de la familia lamenta que se mezcle la Guerra Civil con la Mundial
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Palencia
Nacidos o vecinos de la provincia de Palencia hubo 30 deportados (29 hombres y una mujer) a campos de concentración nazis. De ellos, 19 fueron asesinados allí (16 de ellos en Gusen/Mauthausen, 2 en Sachsenhausen y el restante en Dachau), 10 fueron liberados con vida y de otro no se tienen datos.
A pesar de que han pasado ya más de ochenta años de estas muertes, tan sólo el 14 de abril de 2022 se les realizó un acto de homenaje colectivo en Palencia organizado por la Asociación para la Recuperación de la memoria Histórica y Unidas Podemos. Previamente, en agosto de 2019 el grupo de IU en la Diputación de Palencia y en mayo de 2021 el grupo municipal de Ganemos en el ayuntamiento de la capital propusieron sendos homenajes a estas víctimas; ninguna de ambas propuestas se llevó a cabo por el voto en contra o el no apoyo del resto de los grupos políticos en cada caso.
A finales de 2024 la ARMH de Palencia en unión del grupo de familiares de Antonio García Hevia (apoyados por el grupo municipal de IU) solicitó al ayuntamiento de Hontoria de Cerrato (Palencia), de donde era natural Antonio, la cesión de un local para un acto de reconocimiento y la autorización para la colocación en el citado municipio de un “adoquín de la memoria” en recuerdo del deportado local asesinado en Gusen (Austria).
Desde el primer momento el alcalde de Hontoria de Cerrato, el popular Juan Antonio Abarquero se mostró en desacuerdo con la celebración de estos actos (y, al menos en dos ocasiones, manifestó en privado, una frente al representante de la ARMH y otra frente a los familiares, que mientras él fuese el alcalde, en su pueblo no se iba a celebrar ningún acto de este tipo) y desde entonces no ha hecho más que recurrir a tácticas dilatorias para dificultar y retrasar en lo posible la posible celebración del homenaje. Tácticas tales como no aceptar la recepción del escrito de solicitud por un defecto de forma (que se podría haber subsanado al momento) o exigir a los familiares que demostrasen su parentesco con el deportado cuando todas las partidas de nacimiento necesarias están en poder del propio ayuntamiento y se pueden comprobar en unos minutos; entre otras, aseguran en un comunicado desde la asociación.
ANTONIO GARCÍA HEVIA
Nació en la calle El Palacio de Hontoria de Cerrato el 13 de junio de 1898, hijo y nieto de pastores originarios de Baltanás (que en esos años y con esa ocupación sabían todos leer y escribir). A partir de ese momento se pierde todo rastro documental (sus padres volvieron años más tarde a residir a Baltanás -la frecuente itinerancia entre pueblos próximos era algo muy habitual entre los pastores castellanos debido a su trabajo- y sólo una hermana suya, Catalina, continuó en Hontoria de Cerrato al casarse con Ciriaco Gutiérrez, pastor local. De este matrimonio descienden los familiares de Antonio que están reclamando el homenaje, ya que Antonio no tuvo descendencia) y no volvemos a saber nada de él hasta principios de los años 30 cuando aparece residiendo en la Colonia de Tormos, en Alcalá de Gurrea (Huesca), donde vivían (muchos de ellos con sus familias) los numerosos trabajadores que construían la presa de La Sotonera. En esta colonia y en este trabajo sorprende a Antonio el golpe de estado y la posterior Guerra Civil.
Todos los indicios apuntan a que Antonio no combatió en la citada guerra, primero por su edad (38 años) y segundo porque su nombre no aparece en ninguno de los archivos españoles como combatiente en el conflicto.
La llegada de la guerra trajo consigo una enorme y brutal represión sobre los trabajadores de la presa (mayoritariamente anarquistas) que fueron asesinados o encarcelados, aunque alguno, entre ellos Antonio, consiguió llegar a la zona republicana. Tampoco sabemos su papel en los siguientes tres años, aunque todo apunta a que apoyó al gobierno legal, lo que trajo consigo que se viese obligado a exiliarse en Francia (probablemente a través de la frontera catalana) para salvarse de la represión fascista, ya fuese en forma de prisión o de fusilamiento.
Ya en Francia es encuadrado (junto con algunos compañeros suyos de la Colonia de Tormos que corrieron su misma suerte hasta el final) en una Compañía de Trabajadores Extranjeros en Los Vosgos, la 88ª u 89ª CTE. El 20 de junio de 1940 todos ellos fueron capturados por el ejército nazi y trasladados a stalags (campos de prisioneros) ya en territorio alemán. Concretamente Antonio García Hevia fue internado en el stalag XI-B Fallingbostel hasta que el gobierno golpista español manifestó a sus aliados nazis (a consulta de estos últimos) que estos prisioneros republicanos “no eran españoles”.
Tras esta respuesta del gobierno de Franco todos estos prisioneros fueron deportados a campos de concentración nazis. La mayoría de ellos, Antonio incluido, al de Mauthausen (Austria). El cinco de septiembre de 1940 Antonio García Hevia, con el número de prisionero 41717, partió en un convoy hacia Mauthausen junto con otros 201 compatriotas republicanos (151 de ellos fueron finalmente asesinados, 126 en Gusen).
El 8 de septiembre de 1940 llegaron todos ellos a Mauthausen. A Antonio le tomaron sus datos (y gracias a estos datos conocemos su final y su vinculación con Ciriaco Gutiérrez, casado con su hermana Catalina) y le asignaron el número de prisionero 4361.
La terrible dureza del trabajo y de las condiciones de vida en este campo, sumado a su edad, trajo consigo que el 24 de enero de 1941 fuese trasladado al campo auxiliar de Gusen (donde iban a parar, para morir, los prisioneros que por su estado ya no eran útiles para el durísimo trabajo del campo), con su nuevo número de prisionero, 9259, permaneció allí hasta el 9 de julio de ese mismo año, cuando falleció.
Desde 1992 se han colocado más de 100.000 adoquines de la memoria (stolpersteine en alemán) en 29 países. En España, con alrededor de 7.500 deportados asesinados, ya hay colocados más de 500. Concretamente en Castilla y León, con 381 muertos, hay ya más de 60 stolpersteine instalados.
HOMENAJE AL QUE SE NIEGA EL ALCALDE DE HONTORIA DE CERRATO
Este sencillo acto de reconocimiento y homenaje es lo que los familiares de Antonio, junto a la ARMH Palencia e IU de Hontoria de Cerrato, pretenden hacer en su pueblo natal si el PP y su alcalde no consiguen impedirlo.
El último pleno ordinario en el citado ayuntamiento se celebró el pasado mes de diciembre. En dicha sesión el alcalde de Hontoria de Cerrato se negó a incluir este tema en el orden del día, como tampoco respondió al concejal de IU en el turno de Ruegos y Preguntas ni atendió a las demandas de los familiares de Antonio allí presentes
El próximo pleno ordinario deberá de celebrarse durante este mes de marzo. Aún no sabemos ni la fecha ni los puntos del orden del día. Si nuestra solicitud no está incluida en ese orden, los concejales de IU volverán a recabar información en su turno de Ruegos y Preguntas. Si transcurrido este pleno no tenemos una respuesta a nuestra solicitud recurriremos a los medios que la administración pública nos ofrece, concretamente el Defensor del Pueblo y la Secretaría de Memoria Histórica, a nivel estatal, y el Procurador del Común, a nivel autonómico, aseguran desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia.