Un juzgado archiva la investigación por la muerte de una bailarina en las fiestas de Las Berlanas
No se ha apreciado que se cometiera ningún delito en relación al accidente pirotécnico que costó la vida a Joana Sáinz
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Entrada principal de los Juzgados (Ávila) / Cadena SER Ávila
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Ávila
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Ávila ha decretado el sobreseimiento provisional y archivo de la causa por la muerte de Joana Sáinz, la bailarina y coreógrafa que en la madrugada del 1 de septiembre de 2019 murió por la carga de una de las bengalas del espectáculo que protagonizaba la orquesta 'Súper Hollyhood' en Las Berlanas (Ávila).
Según el auto emitido por el juzgado, "de lo actuado, no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa", de ahí que considere que "procede decretar el sobreseimiento provisional y archivo de las actuaciones".
Y todo ello, "sin perjuicio de que se proceda a la reapertura de actuaciones tras la práctica de nuevas actuaciones o descubrimiento de nuevos hechos que así lo aconsejen", según apunta un auto contra el que también cabe plantear recurso de reforma o apelación.
Previamente a esta resolución por la vía penal, a finales de 2022 la familia de la víctima, que en el momento de los hechos tenía 30 años, se retiró del procedimiento al llegar a un acuerdo económico con las defensas, que le llevó a no ejercer la acusación particular.
Dicho acuerdo, que cerraba la posibilidad de exigir responsabilidades civiles en el caso de que hubiera juicio, se produjo con la aseguradora de la orquesta que protagonizó aquel día la verbena, con el técnico del servicio de prevención de riesgos laborales y con la empresa importadora de las bengalas, procedentes de China.
Sin identificar la causa
El auto que ahora decreta el archivo de la causa indica, en los fundamentos de derecho, que el procedimiento se inició a raíz del parte de lesiones emitido entonces por el hospital "Nuestra Señora de Sonsoles", de Ávila, donde falleció la bailarina y coreógrafa, después de ser trasladada en ambulancia desde Las Berlanas, localidad situada a 20 kilómetros de la capital.
Dicho procedimiento fue completado por varios atestados y diligencias elaboradas por la Guardia Civil, así como por "numerosos" informes de la Inspección de Trabajo, del Servicio de Intervención de Armas del instituto armado, del Servicio de Desactivación de Explosivos y Defensa, del Laboratorio J.M. Madariaga y de la Subdirección General de Minas, entre otros.
Según varios informes del Servicio de Desactivación de Explosivos y Defensa, "no se puede determinar con exactitud si la explosión del cartucho pirotécnico se debió a un defecto de fabricación -en China-, mal uso de su transporte y/o manipulación, fisura de la envuelta del cartón del cartucho o por obstrucción de la tobera del artificio o del propio tubo metálico".
A su juicio, las causas del accidente se deben a varias circunstancias "necesariamente concatenadas" que resume de la siguiente manera: "Anomalía en el funcionamiento del artificio pirotécnico por causas desconocidas" y "utilización indebida del artificio o cartucho al introducirlo en un tubo soporte metálico que facilitó la explosión en régimen de detonación y proporcionó la metralla que causó el accidente mortal".
Por su parte, el informe de ensayo del Laboratorio J.M. Madariaga señala como posibles causas técnicas de la explosión "la detonación del cartucho en lugar de detonación, que sería lo normal; posibles deficiencias en la cámara de aire; obstrucción de la tobera; obstrucción de la salida del tubo metálico; fisura de la envuelta del cartón del cartucho pirotécnico y posibles golpes durante el transporte o manipulación".
A estas causas suma "principalmente" al hecho de "un mal etiquetado en origen de la bengala -en China-", de manera que "podría haberse incluido una fuente de categoría T2 entre las fuentes de categoría T1".
Resultado de difícil previsión
"Aún teniendo en consideración las infracciones administrativas apreciadas por la Inspección de Trabajo, lo cierto es que, y con la totalidad de hechos acreditados durante la instrucción, no es posible derivar que de ellas se haya producido una situación de grave y concreto peligro", sostiene el auto, que habla en varias ocasiones de circunstancias y resultado "de difícil previsión".
El mismo auto descarta un comportamiento doloso o de forma "gravemente imprudente", señalando en este sentido que "si ha habido imprudencia, no parece que pueda achacarse a las personas que aparecen como investigadas, sino al fabricante chino".