No tenemos Bicibús, pero cumplimos la Ley para no perder subvenciones

Palencia

Buenos días, la semana pasada fuimos a Barcelona. Nunca había estado, me imaginaba una gran ciudad al estilo de Madrid a la que, después de cinco años de universitario, acabé por tener en poca estima, rozando, ahora, casi el odio.

Esta visita coincidió aquí con el cotidiano atropello de ADIF a los palentinos. Me alegra que, por fin, la Alcaldesa, bien secundada por Álvaro Bilbao, Concejal de Urbanismo, haya asumido su papel de representante de la ciudad. Que no sea flor de un día porque la División Acorazada de ADIF, no descansa, solo está cogiendo impulso. Le sobran horas diurnas para seguir horadando, volando puentes, levantando muros y humillándonos. Batallitas judiciales menores ganadas no deben hacer olvidar que el objetivo final no es otro que la integración, el soterramiento, del ferrocarril en la ciudad, tal y como está aprobado por el Gobierno.

Mientras ves cómo en Barcelona, veinticinco veces la población de Palencia y mucho más extensa, el 42 % de los desplazamientos son a píe, sólo el 20% se realizan en vehículo particular y cada vez más en moto y bici, cómo por 50 € al año puedes hacer uso ilimitado de bicis a pedal o eléctricas por sus casi 300 kms. de carriles segregados y con estacionamientos a no más de 200 metros de distancia unos de otros, cómo los fines de semana muchísimas calles cierran el paso de los coches, mientras, aquí se aprueba una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) por una especie de “gran coalición” conservadora, vamos, de conservar lo que hay. Para el PP es buena porque van a circular los mismos vehículos que ahora, hasta podrán ir dos vehículos para llevar a un niño al cole y porque será de las más permisivas de España.

Para la Alcaldesa es buena porque, aunque se parece poco a la que planteaba el PSOE, va a permitir al Ayuntamiento cumplir con la Ley y la normativa europea y, a la vez, no perder dinero ni subvenciones. Todo un planteamiento de ciudad, sin duda. Era, puesto que parece que aquí sólo se planifican acciones si hay subvenciones, la última oportunidad de convertir a Palencia en una ciudad para los niños, para las personas, para los peatones. No tenemos problemas de contaminación, ese solo es el asunto de la obligación legal y de la subvención, tenemos un problema de no entender que, para empezar, del Salón a Correos y de Casado del Alisal y Manuel Rivera al río había que vaciarlo de tráfico privado. El Presidente de los comerciantes debería saber que los coches, como dijo su colega de Pontevedra hace casi tres décadas, no compran libros. Ni libros ni nada.

Fue emocionante ver cómo por una gran avenida barcelonesa, encabezados por un coche de la Guardia Urbana, cruzó delante de nosotros, camino del cole, un pelotón de unos 40 niños, con algunos padres y una procesión de coches detrás. ¿Se imaginan en Palencia los pitidos que habría sólo con plantearlo? Un niño al acercarse, quizás viendo nuestra cara de asombro, lanzó a voz en grito: ¡EL BICIBUUUUS! Qué lección de sociedad. El mismo día aquí se eliminaba el servicio de alquiler de bicicletas. Un niño que va en bici al cole, será un adolescente en bici, un joven en bici, un adulto en bici, haciendo una ciudad mejor.

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Aquí no queremos niños que vayan al cole en bicibús, preferimos llevarlos en coche. Allí el Mercado de la Boquería, aquí una moribunda Plaza de Abastos. Mucho que copiar, mucho que decidir. Vayan a Barcelona, solo entrar en la Sagrada Familia y ver el Bosque de columnas ideado por el genio de Gaudí, merece el viaje.