A bordo de la última generación de un 'coche lleno de vida' con sello castellano y leonés
El modelo Espace se alimenta de las estructuras de otro modelo fabricado en Castilla y León, el Austral
Valladolid
En 1983 Renault presentó lo que a la firma del rombo le sirvió para dar más sentido a uno de sus lemas comerciales más conocidos, aquel "coches llenos de vida". En el modelo que entonces irrumpía en el mercado como una gran novedad, la afirmación era algo más que una apelación a las emociones. Las dimensiones y el diseño del Renault Espace se pensaron desde el primer momento como un vehículo familiar en el sentido más literal del término: un automóvil pensado para resolver las necesidades de transporte de cualquier hogar. Casi dos años después de que se empezarán a recoger los pedidos de la última versión lanzada por la multinacional francesa, hemos podido comprobar los cambios introducidos para mantener vivo un nombre que ya forma parte de la historia de la automoción.
Y lo primero a destacar son las inevitables conexiones con la producción "made in Spain". Se produce en la planta de Villamuriel de Cerrato (Palencia). Es el segundo vehículo del Plan Industrial 2021-2024 adjudicado a estas instalaciones. En su concepción ha jugado un papel clave el Centro de I+D+i que Renault tiene en Valladolid. Además, su motor se produce en las instalaciones que Horse tiene en la ciudad vallisoletana. Las baterías se ensamblan en la Factoría de Carrocería, en la misma ciudad y la caja de velocidades sale de la planta de Sevilla.
Pero si en las primeras versiones el carácter de monovolumen era el predominante, lo que ya se vio en la anterior se profundiza de manera radical en esta. Hasta el punto de que hay que tener la mirada atenta para encontrar las diferencias con otro de los SUV de referencia de Renault, que comparte 'casa' con este Espace. Hablamos de su hermano 'pequeño', el Austral.
Y es que se puede jugar a ese habitual pasatiempo de la prensa escrita: colocar, por ejemplo, dos imágenes del frontal de los dos modelos para ver los semejanzas. O del interior, en el puesto de conducción y del acompañante. Con el metro en la mano, son más evidentes. Espace tiene mayor longitud, anchura y batalla, es decir, distancia entre ejes. Y esa suma de cifras se nota en el espacio del habitáculo. Una de las curiosidades está en algo que ya conocemos de este coche: la tercera fila de asientos. Aquí es donde encontramos la que quizá es la realidad más llamativa: se ofrece sin diferencia de precio. Uno puede encargar en el concesionario el modelo con o sin ella sin que eso vaya a repercutir en la cantidad final. Y es, precisamente, en esa tercera de fila de asientos donde podemos colocar las mayores pegas: ni son cómodas, ni tiene espacio suficiente para que un adulto de un tamaño normal pueda hacer un viaje en unas condiciones mínimas de comodidad. Si acaso, su destino es ser ocupados por niños que ya han superado la estatura que marca la regulación de tráfico para poder prescindir de los sistemas infantiles de retención. Pero, ojo, porque si pegan pronto el 'estirón', esos dos asientos añadidos que se despliegan y recogen de manera rápida y sencilla, tampoco son una opción.
En cambio, la fila central es suficientemente amplia como para acoger incluso a tres adultos sin demasiadas estrecheces y con hueco suficiente en el recorrido de las guías deslizantes que montan los tres asientos, incluido, como veremos más adelante, el situado en el medio. Tanto en esta fila central como en la tercera hay conexiones USB-C y portavasos para facilitar el comfort de los pasajeros.
Equipamiento y versatilidad
Más compacto en términos de dimensiones exteriores y 215 kilos más ligero que su predecesor, está equipado con una única motorización: ese propulsor con alma vallisoletana del que hablábamos más arriba: el E-Tech full hybrid de 200 CV que salen de la suma de los 130 del motor térmico con turbo, de tres cilindros y 1.200 centímetros cúbicos y la potencia de 70 cv que presta el propulsor eléctrico. La etiqueta ECO en el parabrisas garantiza el acceso a las zonas de bajas emisiones ya implantadas a y las que, en breve, estarán en vigor en los municipios de más de 50.000 habitantes. Monta una caja de cambios automática de siete velocidades. Con todo esto en cuenta, el funcionamiento en marcha es fluido y los momentos en los que se activa la conducción sin emisiones se hacen de manera fluida y sin percibir pérdidas en el rendimiento. Lo cierto es que como sucede con la mayoría de híbridos del mercado, el manejo en modo eléctrico queda reservado a zonas urbanas con velocidades bajas o a tramos de autovía llanos o de bajada.
Con todo, y si hacemos una conducción 'tranquila' es realmente complicado superar los 7 litros de consumo. Es cierto que las demandas medioambientales hacen que un vehículo de gran tamaño, el mayor en la gama Renault se mueva con un motor que, en subidas pronunciadas puede quedarse un tanto corto. Más allá de situaciones puntuales de este tipo, los adelantamientos en carreteras aún haciendo el 'salto' de la circulación eléctrica a la térmica se resuelven con suficiente potencia.
Al volante, las sensaciones para el conductor son, como ya profundizo su predecesor, de gran comodidad. Si en las primeras versiones se era consciente de que estabas manejando un monovolumen familiar, tal impresión queda borrada de un plumazo. A eso contribuyen la propia posición frente al tablero de mandos y la disposición de los mandos, al igual que la comodidad del asiento con posibilidad de ser calefactable y proporcionar masajes. La unidad probada es la del nivel medio de equipamiento: la Techno Esprit en su variente Alpine, que incluye algunos refinamientos que la conectan con el acabado tope de gama, llamado ahora Iconic pero que, sobre todo, se orienta a presentar un espíritu más deportivo con los umbrales de las puertas con el sello Alpine y el logo de la marca en los reposacabezas. El volante está revestido de cuero con pespuntes azules, blancos y rojos. Los cinturones de seguridad están realzados con un ribete azul. Por último, los pedales están revestidos de aluminio. Los colores de la tricolor gala son casi onmipresentes en su interior.
Hay hasta 32 ayudas a la conducción, con control de velocidad adaptativo, detectores que facilitan frenadas de emergencia y cámaras de 360º para asistir en determinadas maniobras. En este sentido, la inclusión de las cuatro ruedas directrices permiten que los giros, especialmente en marcha atrás para maniobras de aparcamiento, se completen con sencillez y con una maniobrabilidad muy destacada para un coche de casi cinco metros de largo. Detectores de ángulo muerto, de cambio involuntario de carril o, también, para ayudar a la bajada de pasajeros cuando hay algún vehículo en las inmediaciones.
El salpicadero monta dos pantallas, una destinada al cuadro de mandos, con varios diseños que incluyen el mapa de navegación, y la otra en la consola central, superior en tamaño al de muchas 'tablets' domésticas. Constituye el auténtico centro de control del Espace y equipa el sistema operativo de Google. Es uno de los más completos del mercado y aún así puede ser mejorado todavía en alguno de sus aspectos para simplificar su manejo. Navegación, iluminación interior, gestión del sistema de audio -en este caso, de la marca premium Harman Kardon, del asistente al aparcamiento, son sólo algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo mediante pulsaciones en esta pantalla táctil.
Los parecidos con el Austral tampoco se aplican al techo, que puede ser bicolor en el otro SUV que comparte plataforma. Aquí la opción es poder contar con uno panorámico de cristal sin travesaño que deja pasar más de un metro cuadrado de luz. El diseño del cristal y sus materiales se han cuidado y cuenta con un revestimiento de baja emisividad en su superficie interior para filtrar los rayos UV y la mayor parte de los rayos infrarrojos entrantes. El calor se refleja y no se nota en el interior, sin necesidad de una cortina que lo cubra. Se trata de un techo fijo, a diferencia de los que se ofrecía en los antecesores de este Espace de quinta generación.
Para aprovechar al máximo su volumen interior y permitir que cada uno viaje en función de su tamaño, dispone, por primera vez, de un asiento deslizante en la segunda fila que puede desplazarse en dos secciones independientes. El maletero alcanza una capacidad máxima de 777 litros en la versión de 5 plazas. Pero de acuerdo a como pleguemos los asientos estos volúmenes menguan y crecen: 1.818 litros en la versión de 5 plazas con los asientos de la segunda fila abatidos, 777 litros en la versión de 5 plazas con el asiento desplazado hacia delante al máximo y 159 litros en configuración de 7 asientos y con la tercera fila sin abatir. Esta última es, evidentemente, verdaderamente escasa y apenas permite apilar algunos abrigos o una bolsa de equipaje de pequeño tamaño.
La gama de precios arranca por encima de los 43.000 euros para un modelo que, a la espera de cuál será su evolución futura, queda plenamente asentado en ese conglomerado de diseños que conforman los SUV y que acaparan el grueso de la actividad comercial en las diferentes marcas.