La Guardia Civil de Burgos aprehende 658 prendas falsificadas en un mercadillo ambulante
El género carecía de facturas o albaranes que justificaran su lícita adquisición y era expuesto a precios ‘fuera de mercado’
Se ha levantado acta, denuncia al infractor y propietario del puesto por infracción a la normativa sobre Contrabando / Guardia Civil
Burgos
La Guardia Civil ha levantado acta denuncia por una infracción a la normativa de Contrabando, al propietario de un puesto ambulante emplazado en el mercadillo tradicional de una localidad de la comarca Odra-Pisuerga (Burgos), al poner a la venta 658 prendas de ropa de marca falsificada y sin declarar que han sido incautadas.
Una vez que se ha comprobado que se tratan de imitaciones o falsificaciones, se han instruido a su vez diligencias policiales, por lo que de forma paralela el infractor ha sido también investigado, como presunto autor de un delito contra la propiedad industrial, tras la denuncia interpuesta por una de las marcas afectadas.
Días atrás, efectivos del Destacamento Fiscal y de Fronteras Aduana de Villafría, efectuaban una inspección a los puestos de un mercadillo municipal al aire libre, para detectar la posible comercialización ilegal de falsificaciones de productos relacionados principalmente con el sector textil y del calzado.
El género expuesto en uno de los puestos llamó la atención de los agentes. Se trataba de ropa interior masculina y de calcetines de conocidas marcas comerciales registradas, que presentaban ciertas peculiaridades, lo que les hizo recelar; también su precio, claramente por debajo de la media del mercado.
El propietario no pudo demostrar su lícita procedencia, ya que carecía de cualquier tipo de documento, factura o albarán que lo amparase.
Al no poder acreditar su adquisición legal y la lícita importación, toda la mercancía expuesta, 658 prendas, fue incautada ese día, por una supuesta infracción a la normativa de Contrabando.
No obstante, se practicaron otras pesquisas con las marcas comerciales afectadas, cuyo peritaje ha demostrado que, efectivamente, se trataba de falsificaciones del producto original.
Estas prendas -en el supuesto de ser auténticas- tendrían un valor en el mercado legal que podría superar los 4.500 euros. Por este motivo, y tras la denuncia interpuesta por una de las firmas comerciales afectadas –como perjudicada en la causa-, también se han instruido diligencias judiciales, en las cuales figura el infractor, un hombre de 25 años, en calidad de investigado, como supuesto autor de un delito contra la propiedad industrial, ya que los efectos decomisados violaban patentes registradas.
