El Pucela perdona y el Espanyol consigue una victoria de oro (2-1)
Moro fue retirado en camilla con un problema de clavícula. El golazo de falta de Javi Sánchez no sirvió para ganar
Valladolid
Si algo dejó claro la derrota por la mínima ante el Espanyol es que el Real Valladolid necesita reforzarse. El equipo de Cocca volvió a mostrar una buena imagen pero falló claramente en las dos áreas, y eso duele, no solo porque la derrota te deja aislado en la tabla con la visita del Real Madrid la próxima semana, sino porque pierdes siendo mejor, teniendo más oportunidades, con más posesión y mereciendo cuanto menos las tablas.
Al margen de esto el encuentro dejó otra malísima noticia, la lesión de Raúl Moro. Corría el minuto 56' cuando el extremo sufrió una mala caída tras un balón dividido y se dañaba la clavícula. Enseguida los jugadores de ambos equipos y el propio árbitro reclamaban a las asistencias que de inmediato pidieron el cambio. Moro salió en camilla y directamente al hospital. Las primeras pruebas no invitaban al optimismo y las declaraciones al respecto del entrenador tampoco.
El partido lo llevó el Real Valladolid pero sufrió dos zarpazos, el primero en el 32' tras una gran acción de Puado, el segundo del recién llegado Roberto González en el 73'. Tres llegadas, dos goles. Antes, en el 57' Javi Sánchez había anotado el merecido gol del empate tras un lanzamiento de falta magistral. En esos momentos parecía incluso capaz de darle la vuelta al partido, pero los cambios (Amath y Amalla) no hicieron ningún efecto, mas bien todo lo contrario. Descolocaron a un equipo hasta entonces muy ordenado que eso si, no se rindió y tras el mazazo del segundo gol siguió buscando el empate.
Lo pudo conseguir con sendos cabezazos con el tiempo reglamentario cumplido. El primero lo falló incomprensiblemente un Marcos André muy desacertado que ya había fallado antes dos bastante claras, y el segundo de Kike Pérez que se fue alto por poco.
En definitiva que el Real Valladolid ganó en todos los terrenos menos en los importantes, las dos áreas. Concedió poco pero le hicieron dos goles y no aprovechó ninguno de sus 11 remates. Generó más que en muchos partidos pero le faltó contundencia en jugadas claves y acierto (o calidad) ante el marco rival. Fue mejor, pero perdió.