"Ha habido momentos muy duros en los que he tenido que tirar de psicóloga": las cicatrices personales y profesionales que la vida ha dejado en Jorge Bermejo

Aranda de Duero

“A veces uno se queda prendado por lo sorprendente que resulta la cantidad de palabras relacionadas en su forma y en su significado con aprender. Es de comprender que el aprendizaje, y más aún el autoaprendizaje, se desprenden del empeño del aprendiz por aprender y por aprehender. No duelen prendas reconocer que para el emprendimiento en las tareas de la vida y en los negocios el emprendedor ha de reemprender cada día la motivación que le llevó a ello para no resultar incomprendido.

Por la forma de creación y sobre todo de mantenimiento de las empresas es donde se aprende, también, de los buenos emprendedores. Quizá nos sorprendamos hoy de la capacidad de emprendimiento del acompañante en nuestro ´Viaje por la memoria’. Quien desde bien joven creó sus propias empresas y ha ido progresando hasta ser reconocido como un emprendedor de valía. Hoy viajamos por la memoria descubriendo el verdadero significado de las palabras aprender, emprender y empresa. Y lo hacemos a partir de ahora con Jorge Bermejo”.

Tres duras pérdidas en muy poco tiempo

Jorge Bermejo ha sabido superar las cornadas que la vida le ha dado. Se le admira por su parte empresarial, donde ha sido capaz de erigirse como un líder de renombre, no sin sus respectivas recaídas de las que más adelante habla. Pero sobre todo, por la parte personal. Por su capacidad para levantarse de la pérdida de sus dos hermanas y su madre. Algo que quizá, muchos desconocen. "He perdido a mis dos hermanas -más mayores que él- y a mi madre en solo seis años. Lo que era una familia numerosa de cinco personas, ahora solo quedamos mi padre y yo. Es muy duro porque cuando estás metido en esta vorágine de las empresas y el emprendimiento, se junta con la pelea diaria del trabajo, que a veces te ayuda a llevarlo mejor, pero hay cosas que a uno le duelen en el corazón muchísimo", reconoce en su Viaje por la Memoria, con Valentín García y Ausen Frutos.

Ampliar

Cerrar

"Cuando los estacazos son empresariales, todo es dinero. En varias ocasiones me he arruinado, y he tenido que pedir un préstamo al banco que a duras penas me han dado, o he hipotecado mi casa, pero al final le echas un par y con actitud lo sacas. Pero cuando la cornada es de perder un ser querido, tienes que asumirlo, entenderlo, y tener un duelo. Nunca dejo de mandar a quienes les pasa esto un mensaje, porque sé que no molestan los mensajes de apoyo y ánimo", añade, explicando que el apoyo de una profesional en psicología ha sido clave. "Ha habido momentos muy duros en los que he tenido que tirar de psicóloga, es una ayuda necesaria en muchas ocasiones".

Ampliar

Cerrar

De la madre que le dio clase, a un accidente fatal

La madre de Jorge, maestra -en San Juan del Monte por cuestiones laborales conoció a su marido- y que hasta llegó a dar clase a su propio hijo, siempre fue clave para él. "Como mi madre era la profesora, me soltaba un bofetón si decía una chorrada en clase", recuerda entre risas. Y es que tanto en su niñez, como en los primeros pasos de su parte empresarial, ella fue clave. Seguro le ha ayudado a cicatrizar heridas. Aunque cuanto más heridas ha sumado físicamente Bermejo fue por 2014, en un accidente en bicicleta en Jávea, donde tiene a parte de su familia. "Salí con mi chica, mujer actual, y quedamos con unos guiris. Coronamos el puerto de Las Planas. Después me puse a bajar relajado, no iba pendiente, y en algún momento me fui al carril contrario y me metí debajo de un todoterreno. Me cogieron a cachos. Estuve a punto no de palmarla, pero de cintura para arriba estaba reventado. No recuerdo la caída, pero sí que estaba en el hospital de Denia y di mucha tralla para que me dieran el alta para estar en los chiringuitos, y le mandé una foto a mi madre para dejarle más tranquila", explica, añadiendo otra historia más que tuvo en la estación barcelonesa de Sants en una carrera. "Me quedé tirado sin un duro, crucé en bici toda Barcelona, llegué a la estación, vi lo que costaba el billete, me puse a pedir, y cuando consigo el importe, aun sabiendo que no debía, llevé la bici y la tapé en la litera de arriba. Convencí por pesado al revisor", detalla.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Ampliar

Cerrar

De vender ropa a gafas de sol

Jorge reconoce ser una persona inquieta y ordenada. "No nací con ello, pero ves con el tiempo que es práctico. Era un zoquete en los estudios. Pero hubo algo que me marcó. Mi madre me dijo que fuera a hacer FP. Y empecé en electricidad en Santa Catalina. Me encantaba. Y no era la leche, pero aprobaba. Encontré mi sitio. Y desde ese momento, la vida me enseñó que no debes por qué hacer lo que el resto", explica. Quizá eso también le hizo tener visión empresarial. Y su primer 'empleo' fue vendiendo ropa norteamericana en las puertas de los institutos, dado que un contacto de bicis de EEUU, se la mandaba en los huecos de los envíos.

Empleos tuvo más. La primera empresa la creó con 24 años, cuando "hice lo que no debía", siendo además "un flipado". "Me la colaron con un business plan que era mentira y en seis meses me fundí 36.000 euros. Me llamé gilipollas no sé cuantos días, llore muchísimo. Y luego vi que había una marca de gafas deportivas que no se vendía en tiendas. Y me puse en contacto. Dije que era autónomo, y que me iba por tiendas de motos y bicis a vender. Y luego me dediqué a productos de mantenimiento. En el primer año empecé a ganar mucho dinero, la deuda la estaba rebajando, y tardé año y medio en pagar todo. Cubriendo ese agujero, comencé a pensar, y el año siguiente hice un plan para montar mi empresa de aplicaciones. Eso fue el germen de Norteña, que el 1 de enero de 2006 nació", define.

Ampliar

Cerrar

Norteña tuvo también sus momentos más convulsos -impagos y hasta Jorge tuvo escolta dado que un cliente quería "quemarme dentro en mi propia casa"- pero se ha convertido en todo un referente a día de hoy. También llegó a JEARCO por una bonita historia que relata Bermejo, quien cree "en Aranda hay muchos jóvenes emprendedores". En la asociación desde hace 9 años no está, pero de alguna manera sigue manteniendo contacto.

Jorge es analítico y creativo, defensor de la autocrítica, y "no puedo ser más soñador". De hecho, "todo lo que me propongo suelo conseguirlo, porque vivo la vida intensamente". Una vida intensa, y que desde luego, bien merecía un Viaje por la Memoria.

El espacio al completo, con Valentín García y Ausen Frutos, puede reproducirse al completo en el audio superior.