Faltas de respeto
Las Claves de Pedro Brouilhet, párroco solidario del barrio de San Antonio y Grijota, Palencia
Palencia
No me gustan los insultos. No me gusta que se desprecie a una persona por su tamaño o gordura.
Me repele que algunos comunicadores utilicen las creencias de las personas para mofarse de ellas, apelando a la libertad de expresión y a la creatividad. La verdad es que no creo que sea muy inteligente por su parte, aunque tengan muchos seguidores.
Cada día me encuentro con más faltas de respeto y de educación en nuestra sociedad:
“Gritar para hablar, entrometerse en vidas ajenas, interrumpir conversaciones, reírse de los demás, humillar, no respetar el mobiliario, no dar las gracias o incluso estar más pendientes de los móviles que de las personas que se tienen enfrente,”… son muchas de las faltas de respeto y de educación con las que nos encontramos en nuestro día a día.
Todos cometemos alguna vez faltas de respeto y de educación hacía los demás, consciente o inconscientemente. Si cada uno intentamos cuidar todo el mobiliario público, no creernos portadores de la verdad, escuchar y no gritar, ponernos en el lugar del otro, evitar los prejuicios y las etiquetas que nos marcan algunos, no descalificarnos en las redes sociales… nos haríamos la vida mejor. Una buena educación es la mejor medicina para lograr una mejor convivencia entre todos. Ojalá que entre todos lo logremos.