Almarza y San Andrés de Soria reviven este lunes la magia del traslado del arca
El arca, con más de setecientos años de historia, es un tesoro cultural y sentimental lleno de vida y de historia.
Soria
En el desenlace de la Navidad, que como siempre viene protagonizado por la llegada de los Reyes Magos de Oriente, en Soria, y más concretamente, en Almarza y San Andrés ese cartel de protagonismo mágico viene compartido con el traslado del arca entre estas dos localidades, este año entre San Andrés de Soria y Almarza.
El arca con más de setecientos años de historia, siete siglos es un tesoro cultural y sentimental lleno de vida y de historia. Nuestra historia. La de nuestros ancestros. Aquellos que nos permitieron ser ahora lo que somos. Un arca que contiene manuscritos con el sello real de la gestión y explotación de una dehesa de más de 1.000 hectáreas de una riqueza medioambiental extraordinaria. Documentos de su gestión y explotación que ahí siguen, inalterables al tiempo.
Esta celebración viene sucediéndose desde el año 1.329, y aún queda el grato recuerdo de aquella antiquísima Hermandad, llamada de "Los Cuatro Lugares", y que la componían los pueblos de Almarza, San Andrés, Cardos y Pipahón, estos dos últimos ya desaparecidos.
Los que tiene la suerte de acudir a esta mágica cita se dirigen al límite y término de "Canto Gordo", situado en la carretera que une Almarza con San Andrés, aproximadamente a mitad de camino, sobre las 13.30 horas del día de Reyes. El ceremonial es muy sencillo: antes de dirigirse a Canto Gordo, en la puerta de los respectivos Ayuntamientos, se congregan las comitivas que han de acompañar al Arca o hacerse cargo de la misma, precedidas por una banda de música que ameniza el acto, siendo mucha la gente que hace el camino bailando al son de la música.
Cada pueblo tiene una llave, y es necesario accionar las 2 llaves a la vez para poderla abrir. El Arca es custodiada en San Andrés los años pares y en Almarza los impares.
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El arca actual tiene 300 años, es de madera de roble y su cerradura es mucho más antigua, habiendo pertenecido a arcas anteriores. Con esto se demuestra que durante estos 700 años se han sucedido diferentes arcas que bien se quedaron pequeñas, bien se estropearon con los años o ambas cosas.
En el 2002 el arca y su contenido fue minuciosamente estudiado en el Archivo Provincial de Soria, siendo esta vez la única que el arca ha salido fuera de nuestras tierras. El inventario de su contenido asciende a 109 documentos y cuatro sellos de plomo pertenecientes a los cuatro reyes que concedieron los privilegios que figuran en sus correspondientes legajos. Todo su contenido se encuentra en muy buen estado de conservación. Los documentos fueron microfilmados y se editó un libro con éstos transcritos a castellano actual.
El documento más antiguo data de 1.329, referente al primer privilegio dado por el Rey Castellano Alfonso XI, cediendo el uso exclusivo de una fértil dehesa –la Dehesa de la Mata- a los pueblos de Almarza, San Andrés de Soria, Cardos y Pipahón, estos dos últimos ya desaparecidos, como premio a los hombres de estas tierras que le acompañaron en la batalla y demostraron así su nobleza y lealtad hacia él.
En documentos posteriores figuran los otros privilegios concedidos por diferentes reyes hacia estos pueblos. Además, en el Arca se guardan los documentos referentes a la gestión de dicho terreno, así como los referentes a la ermita de los Santos Nuevos, templo que también comparten Almarza y San Andrés y que se encuentra dentro de la Dehesa de la Mata.
Antiguamente el Arca era portado por los quintos -los mozos a los que les tocaba hacer el servicio militar-. Varios hombres ayudaban también a su traslado, aunque no fueran quintos. En la actualidad (hace muchos años que ya no se hace la mili) cualquier persona que quiera puede alzar, y hay que destacar que en los últimos años también las mujeres se han unido a la tradición de portear el famoso Arca.