Opinión

P…, Ciudad de bajas emisiones desde hace 25 años

La Firma de Javier Gómez Caloca

P…, Ciudad de bajas emisiones desde hace 25 años

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Palencia

Buenos días, hace 25 años, en una capital que empieza por P, por P de Palencia, todo el centro apareció rodeado con unas vallas que impedían el acceso de vehículos. Un bando de un Alcalde que llevaba poco más de un mes en el cargo legalizaba la expulsión de los coches del centro histórico. Devolvió las calles a sus habitantes, por voluntad propia, sin ninguna exigencia europea y sin ninguna subvención a justificar y gastar en plazos, sin ninguna Zona de Bajas Emisiones (ZBE). En un día estableció la absoluta preferencia peatonal.

A un comerciante le preguntó la prensa qué pensaba de aquella locura. “A mí un coche jamás entró a comprarme un libro”, dijo.

La ciudad creó el Metrominuto, un plano que marca los tiempos que lleva llegar caminando a los sitios. El número de coches en el centro histórico y comercial se ha reducido en un 87%, en el conjunto de la ciudad, un 53%. El poco tráfico rodado permitido no puede ir a más de 10 Km/hora y solo se permite el acceso, justificado, durante 15 minutos, lo necesario para recoger a una persona con movilidad reducida, y 30 minutos en caso de carga y descarga.

En 2014, la ONU la consideró la ciudad más cómoda de Europa para vivir. Hoy 7 de cada 10 desplazamientos se hacen andando o en bici. Como no se aparca en el centro, pues no hay ORA, aquí la ahí y no siempre se aparca.

Pontevedra tenía 6.000 habitantes menos que nuestra capital, hoy tiene 6.200 más y el Alcalde que dijo “el que compra un coche no está comprando un trozo de espacio público”, sigue siendo Alcalde.

Y ¿Qué tenemos en Palencia, con P de Palencia? Un episodio más de la parálisis, de la mirada corta, del conservadurismo melancólico, del “esto no que se nos puede volver en contra”, de la cobardía de equipos de Gobierno y de oposición, de hacer proyectos y planes para pedir subvenciones, pero sin sentido ni visión estratégica. Ejemplos abundan. La inacabada y modificada reforma del Parque del Salón o el caro destrozo de los Jardinillos, dejándolo, además, igual de aislado de la zona peatonal de la calle Mayor…Y así siempre.

Hace 25 años estábamos entre galgos o podencos con el inicio de la peatonalización de la calle Mayor. Que si la gente no puede ir a comprar en coche, el comercio cerrará, que si la calle es también de los coches, aunque dejen sin espacio a las personas, que si parriba que si pabajo. Hoy, con ese argumentario, habría que reabrirla al tráfico para que florecieran comercios. La crisis del comercio de proximidad tiene muy poco que ver con que pasen los coches por la puerta a recoger las bolsas y casi todo con una nueva sociedad digital y nuevas formas, más cómodas, muchas veces más económicas, de consumo.

Pontevedra se ha convertido en ejemplo mundial en frenar al coche y recuperar sus calles y plazas para las personas, y tienen un comercio y una hostelería potente; es un gran camino escolar, los niños juegan en la calle, aquí queremos llegar con el coche al pupitre. Nos compramos adosado con un trozo de patio, para huir del centro, pero queremos venir en coche a tardear hasta la barra bar.

Aquí el Equipo de Gobierno, para seguir remando, está dispuesto a permitir que la ZBE quede en nada, que entren todos los vehículos salvo los de la época del 600. El PP, cercado por su pecado original, la quiere para los coches, sólo dejan fuera a tractores, cosechadoras y tráiler. Vamos Palencia pero no Vamos; voto una cosa en la Comisión y anuncio otra, que sea pero no sea, dependiendo donde me tome el café por la mañana. Sólo el incansable Rodrigo San Martín, concejal de IU-Podemos, cree, que haya o no mandato legal, hay que devolver la ciudad a las personas.

Yo también. Quiero una Pontevedra aquí, mirar al futuro, no, por contentar a la fiel clientela o jugar al cortísimo plazo, matar más la ciudad.

Con cariño, salvo Rodrigo, ¿Por qué no os vais todos y todas a tomar por donde los humanos evacuamos nuestras emisiones gaseosas? Buena semana.

 
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