Premio a una trayectoria casi centenaria

En una esquina de la Plaza del Mercado, hoy en plena obra de remodelación, se encuentra un establecimiento hostelero que abría, aunque no en ese emplazamiento concreto, sus puertas en el año 1925.

Casi un siglo, sirviendo churros, cafés y chocolates en desayunos y meriendas han hecho a la Churrería Lorenzo merecedora de un premio “Solete”, galardón de los que otorga la Guía Repsol a chiringuitos y terrazas; cafeterías, heladerías y pastelerías; bares, tascas y barras; vinotecas, bodegas, sidrerías etc, todos esos negocios que no son estrictamente restaurantes.

Lorenzo, el actual responsable de la churrería, valoraba muy positivamente este reconocimiento porque “reconoce el esfuerzo” de todos los que trabajan allí y que dan lo mejor incluso en esos días en los que la masa con la que se hacen churros y porras no está en óptimas condiciones como por ejemplo en los días de niebla, algo tan zamorano como este lugar que con casi un siglo de vida está ya en el ADN de al ciudad.