Detenida en Aranda por robar un reloj de 10.000 euros con el método del abrazo cariñoso
La víctima, un hombre de 57 años, fue abordado por una mujer mientras paseaba por una calle de la localidad de la Seca.
Un agente de la Guardia Civil, de espaldas, junto a un vehículo oficial. GUARDIA CIVIL (Foto de ARCHIVO) 01/1/1970 / GUARDIA CIVIL
Valladolid
La Guardia Civil de Valladolid, en el marco de la operación 'Pechome', ha procedido a la detención en Aranda de Duero (Burgos), de una persona de nacionalidad extrajera, como presunta autora de un delito de robo con violencia e intimidación, mediante el método del abrazo cariñoso, tras arrebatar a un varón un reloj valorado en 10.000 euros.
La víctima, un hombre de 57 años, fue abordado por una mujer mientras paseaba por una calle de la localidad de la Seca. La mujer se le acercó y comenzó a hacerle insinuaciones, estableció contacto físico y le agarró del brazo, pero él consiguió apartarla. Minutos después descubrió que le habían sustraído el reloj de muñeca valorado en unos 10.000 euros, informa el Instituto Armado a través de un comunicado.
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Los investigadores de la Guardia Civil hablaron con la víctima y con testigos de los hechos y, tras realizar un reconocimiento fotográfico, la víctima reconoció a la joven ahora detenida.
Una vez identificada, la Guardia Civil intensificó la búsqueda de ésta persona en los días sucesivos hasta que consiguió localizarla y posteriormente proceder a su detención en la localidad de Aranda de Duero.
Abrazo cariñoso
Esta modalidad delictiva lleva actuando desde hace varios años. La utilizan normalmente bandas criminales de países del este de Europa. Trabajan de forma itinerante y no permanecen mucho tiempo en un mismo lugar, lo que dificulta su identificación, localización y detención.
Escogen a sus víctimas entre las personas de avanzada edad o a las que previamente han observado que exhiben joyas o relojes de valor. Se acercan a ellas, desvían su atención con cualquier excusa, como un embarazo, u ofrecen favores sexuales a los hombres, o preguntan por un familiar.
Las abrazan y aprovechan ese momento para sustraerle el anillo, el collar o el reloj que llevan puestos. Inmediatamente después, y antes de que el anciano se dé cuenta de que ha sido víctima de un robo, la autora se marcha del lugar en un vehículo, que la espera en un lugar próximo para huir con el botín, detalla el comunicado.
