Comienza el envero de una de las campañas más desiguales para la Ribera del Duero
Mientras hay parcelas que no han podido recuperarse de las heladas y granizos primaverales las que se salvaron disfrutan de una campaña especialmente benéfica en cuanto a lluvias y temperatura
Alberto Tobes, responsable de viticultura del Consejo Regulador, sobre el estado del viñedo a las puertas del envero
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Ribera del Duero
El último informe realizado por los servicios técnicos del Consejo Regulador de la Ribera del Duero constatan más que otros años grandes diferencias en los terrenos de la Denominación de Origen. Tres fechas de la última primavera son responsables de esta disparidad: el 23 de abril, cuando en algunos términos se registraron hasta cuatro grados y medio bajo cero de temperatura, y los días 19 de mayo y 19 de julio, con sendas granizadas cuya lengua arrasó lo que pilló a su paso, dejando intactos terrenos a escasos metros de diferencia. Alberto Tobes, director de viticultura y enología del Consejo Regulador, subraya la diferencia que se aprecia incluso en una misma parcela.
Pese a que el informe técnico reconoce pérdidas importantes también subraya que fueron desiguales. Por lo que se refiere a la helada indica que “la afección fue muy diversa en cada caso dependiendo de factores como la edad, orientación, altitud, tipo de suelo estado fenológico,,, pudiendo ver viñedos con un elevado porcentaje de brotes dañados y sin embargo pudiendo encontrar otros majuelos cercanos a estos que no sufrieron apenas daños.” El informe también destaca que hubo “parcelas con daños mínimos o recuperables pero en algunas zonas fueron de consideración, incluso llegando a alcanzar el 100% de daño en los viñedos más afectados.”
Lo cierto es que las parcelas que sortearon heladas y granizos han encontrado paradójicamente en la meteorología de esta campaña su mejor aliado. Las lluvias han sido abundantes, lo que garantiza la reserva hídrica en el subsuelo y unas temperaturas ligeramente más altas que en una campaña media, lo que ha propiciado un buen desarrollo de las plantas incluso que algunas de las que fueron dañadas se hayan podido recuperar. Tobes destaca que esa resistencia del viñedo ribereño a la meteorología extrema es la seña de identidad que le proporciona la calidad
En líneas generales la Ribera del Duero se encuentra a en estos momentos a escasos 15 días de que se generalice el envero y por tanto, si todo sigue igual, a unos dos meses de la vendimia, unas fechas que coinciden con la media de la Ribera del Duero, sin retrasos ni adelantos. Y con un óptimo estado sanitario.
Está por ver cómo afecta la presente ola de calor a ese ritmo acompasado que a día de hoy lleva el ritmo del ciclo natural, porque las elevadas temperaturas pueden hacer que las plantas ralenticen su desarrollo. No preocupa, sin embargo, que el calor tenga otros efectos negativos en las viñas, cuyas profundas raíces tienen capacidad para nutrirse de un subsuelo bien cargado de agua por las lluvias de toda la campaña
En cuanto a la sanidad de la planta es óptima en este momento, con baja incidencia de la polilla de racimo con respecto a otras campañas, riesgo bajo de infección por mildiu, aunque se recomienda la vigilancia para detectar de manera temprana posibles focos, así como controlar también la posible aparición de oidio, del que sí se han visto algunos síntomas en parcelas puntuales.
Elena Lastra
Redactora jefe de la Cadena SER en Aranda y presentadora de 'Hoy por Hoy Aranda'