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Oda -en prosa- a Würzburg

Avenida ganó con un partidazo a Girona, y se ha colado en la final de la Liga Femenina Endesa de nuevo (82-51)

Perfumerías Avenida posa tras eliminar a Girona en la final de la Liga Femenina/CB Avenida

Salamanca

Ni la magia de la radio escuchando los sonidos de los protagonistas ni la atmósfera que se crea en el pabellón, ni las imágenes de la televisión, ni las más concretas crónicas de los partidos pueden explicar en detalle lo que se registra en el pabellón municipal de Würzburg cada tarde noche en la que Perfumerías Avenida juega. Y si, además, tiene un objetivo importante entre manos, aún menos se puede definir con palabras. Lo dijo Leo Rodríguez después de ganar a Ferrol en los cuartos de final de la Liga Femenina: ''Würzburg es, simplemente, la razón por la que muchas jugadoras fichamos aquí''.

La razón de ser de Avenida

Ilusionar a una ciudad como Salamanca tiene mérito. Cada temporada Perfumerías Avenida sale a competir y a ganar los títulos nacionales, y a estar en cuartos de final de la Euroliga, si es posible. Y uno siempre tiene la sensación de que, al menos una vez por curso, algo grande va a pasar en el pabellón azulón que lleva el nombre de la ciudad alemana hermanada con la capital del Tormes. Eso ocurrió, de la manera más brutal en toda la temporada -y una de las más sonadas de los últimos años, desde luego desde que el pabellón reabrió sus puertas tras la pandemia- anoche ante Spar Girona. Porque ''ir a ver a Avenida'' no es simplemente ir a ver baloncesto, o un partido a secas, o una competición deportiva sin más. No. Es ir a ver al que, tras la desaparición de la Unión Deportiva Salamanca, se convirtió en el único emblema deportivo de la ciudad a gran nivel. Ahora, once años después de aquello, Avenida sigue siendo el estandarte del deporte salmantino. Y el público sigue respondiendo enormemente. Ellos, la Marea Azul, el público, son la razón de que el club familiar se entienda de esta manera.

Porque la afición de Würzburg ha tirado del equipo, de las jugadoras, en los peores momentos. Recientemente cuando, la pasada campaña, el director deportivo y el exentrenador abandonaron el barco. De la canasta de Vilaró ante Praga, el curso anterior. Y, en esta ocasión, para remontar la eliminatoria ante Ferrol y, de nuevo, frente a Girona. Y también, del presidente. Un Jorge Recio que pone el dinero, con las subvenciones justas en comparación a las que otros gobiernos locales y regionales les pueden dar a otros equipos. Que mantiene este barco porque en su día lo cogió y ahora, junto al entrenador de turno y a la silenciosa y curranta Raquel Romo, dirigen la nave en medio de una competencia creciente en el baloncesto femenino.

Nunca ha sonado tanto Würzburg en los últimos años como lo hizo ante Girona este domingo. Porque el ambiente era especial, y negarlo no tiene sentido: porque el año ha sido complicado, y malo por momentos. Porque el conjunto -cuerpo técnico y jugadoras- tenía ganas de dar un golpe que resonara como lo hicieron las gargantas de la Marea Azul después de una temporada sufrida y que ha supuesto recibir más críticas deportivas que nunca por lo visto en las pistas de España y Europa. Porque la desventaja de 12 puntos ante Girona hacía que mucha gente (también el que escribe esto, no lo negaremos) fuera poco optimista al pabellón. Porque el premio era estar en una final de liga, otra más. Porque enfrente estaba un gran entrenador, ex de Avenida, con un gran equipo. Y porque la Marea Azul, simplemente, lo hizo posible.

Hasta el alcalde vibró: Carbayo debe tomar nota para acometer mejoras a la mayor brevedad en Würzburg

Cada abonado de Perfumerías Avenida gritó y saltó. Cada componente del club. Incluso el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, que aplaudió muchas acciones en el palco del municipal y sintió de verdad el tesoro que tiene la ciudad; una capital que, en líneas generales, no apuesta por la promoción y ayuda al deporte federado como un pilar básico de los mandatos del equipo de Gobierno de turno. Carbayo debe tomar nota y apoyar que el tesoro de Salamanca, Perfumerías Avenida, tengan una casa mejor. Y eso pasa porque el Ayuntamiento de Salamanca acometa reformas urgentes en la instalación (algunas, como la mejora de la iluminación, se han hecho recientemente): lavado de cara general al pabellón con una imagen más moderna y visual por fuera y por dentro, accesibilidad, megafonía, sala de prensa (y sitio digno para que trabajen los profesionales de la comunicación, que desempeñan su labor en plena grada) y, si se pudiera, una pequeña ampliación para que el recinto no se quede pequeño en las grandes citas, aunque esto no es prioritario porque la bombonera que se genera en Würzburg beneficia al club.

Sin palabras

Silvia y Laura Gil animaban a la afición para que se metiera en cada tiro libre de Girona en el partido y pudieran hacer su trabajo. También Fasoula, recibida entre grandes abrazos y sonrisas por sus compañeras cuando quedaba una hora y media para el partido. Todos. Aunque nada de lo contado aquí se entienda, quizá, sin estar dentro del pabellón y vivir la pasión de las 3.000 personas que provocaron que fuera imposible escucharse de un asiento a otro. El deporte tiene estas vivencias mágicas. Y Perfumerías Avenida junto a su afición dieron ayer una lección de vida: por difícil que sea la circunstancia, nunca hay que rendirse. A la final.

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