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Dehesa de los Canónigos, una bodega bendecida por la naturaleza

El viñedo está situado sobre la falda de una ladera Norte-Sur a 800 metros sobre el nivel del mar, lo que favorece el buen desarrollo y maduración de las uvas.

Bodega Dehesa de los Canónigos / Bodega Dehesa de los Canónigos

Bodega Dehesa de los Canónigos

Valladolid

La bodega, con una producción media cercana a las trecientas mil botellas al año, está situada dentro del término municipal de Pesquera de Duero, en la llamada "Milla de Oro" de la Ribera del Duero. Su situación cambió a mediados del siglo XIX con la Desamortización de Mendizábal, proceso que afectó a todas las propiedades del Clero Secular, que pasaron a convertirse en bienes nacionales.

Una historia con sabor a vino, arquitectura vasca y a la derecha del Duero. La Bodega de la Dehesa de los Canónigos, en Valladolid, comienza con el clero, que fue el primer propietario de la finca, que perteneció al Cabildo de la Catedral de Valladolid, compuesto por 22 canónigos, de ahí su nombre.

En 1842, Toribio Lecanda y del Campo, empresario vasco adinerado, adquirió dos fincas, Dehesa de los Canónigos y Vegasicilia, separadas por el río Duero. Al enviudar en 1859, entregó la primera finca a su hijo Teodosio Lecanda Chaves, renombrado arquitecto vasco, quien construyó su casa a imagen de un caserío vasco en recuerdo de su añorada tierra. Toribio de Lecanda traspasó Vegasicilia a su otro hijo, Eloy, de ahí que desde siempre la uva de Dehesa de los Canónigos se vendiese a Vegasicilia.

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Teodosio construyó unas grandes naves en forma de U, utilizadas en su inicio como silos. Hoy, dicha construcción alberga lo que en la actualidad es la Bodega Dehesa de los Canónigos. Estas naves de casi 200 años siguen manteniendo la majestuosa disposición de vigas y los muros de adobe de 80 cm de espesor, lo que constituye un gran aislante para mantener temperatura adecuada en la elaboración y crianza de los vinos.

Bodegas Dehesa de los Canónigos

Bodegas Dehesa de los Canónigos / Bodegas Dehesa de los Canónigos

Bodegas Dehesa de los Canónigos

Bodegas Dehesa de los Canónigos / Bodegas Dehesa de los Canónigos

En el año 1931, la familia Cid decidió comprar Dehesa de los Canónigos y fue propietaria hasta los años 60, cuando se vieron en la obligación de vender la finca. Apenas pocos meses después, Luis Sanz Busto y María Luz Cid quisieron recuperar la propiedad familiar debido al arraigo que ella sentía. Luis tuvo que abandonar sus estudios de medicina, pero sentó las bases de lo que Dehesa de los Canónigos hoy representa.

Luis Sanz Busto, en la nueva etapa de su vida, siempre ha puesto todo su esfuerzo, trabajo y cariño por la continuidad de la tercera generación de esta empresa familiar. Con él nació la primera añada de Dehesa de los Canónigos, en 1989, ya que hasta ese momento la uva se había seguido vendiendo a Vegasicilia. Durante los primeros años, Luis contó con el apoyo de reputados enólogos como Mariano García (propietario de Bodegas Mauro) y Antonio Sanz (fundador de Palacio de Bornos, en Rueda), quien precisamente se encargó de la elaboración del vino hasta finales del siglo XX.

Bodegas Dehesa de los Canónigos

Bodegas Dehesa de los Canónigos

Bodegas Dehesa de los Canónigos

Bodegas Dehesa de los Canónigos

Junto a Luis y Mª Luz viven sus cuatro hijos, dos de ellos, Marta y Luis, han seguido a su padre por la rama de la medicina. Por su parte, Belén e Iván, están vinculados con el vino ya que desde pequeños compartieron junto a su padre y su abuelo la afición por la agricultura y viticultura. Hoy ambos llevan con gran entusiasmo la responsabilidad de la empresa.

Bodegas Dehesa de los Canónigos

Bodegas Dehesa de los Canónigos / Bodegas Dehesa de los Canónigos

Bodegas Dehesa de los Canónigos

Bodegas Dehesa de los Canónigos / Bodegas Dehesa de los Canónigos

El viñedo está situado sobre la falda de una ladera con orientación Norte-Sur a 800 metros sobre el nivel del mar, con influencia del clima mediterráneo-continental, lo que constituye un enclave privilegiado para el buen desarrollo y maduración de las uvas.

Los vinos

  • Quinta Generación

Es el vino más joven de Dehesa de los Canónigos, elaborado con tempranillo y con un sutil paso de cuatro meses en roble americano. Quinta Generación nació en conmemoración del 25 aniversario de la bodega y en honor a la quinta generación de una familia dedicada al vino. Procede de un único viñedo de 20 años, "El caserio" que ha dado como resultado un vino moderno y que demuestra la buena capacidad de materia prima y un amplio relieve frutal, el auténtico perfil varietal de la uva tempranillo. Está destinado al público más joven, que se inicia en la cultura del vino, y demanda sabores y aromas frescos. Un vino joven con alma de grande, lleno de expresión en nariz y viveza en boca.

  • Dehesa de los Canónigos 15 meses

Dehesa de los Canónigos 15 meses es el vino insignia de la bodega, un assemblage de tempranillo, merlot y cabernet sauvignon. Tras una cuidada selección de los viñedos propios, permanece 15 meses en barricas de roble americano de uno y dos años de edad con tostado medio. El vino gana en potencia y estructura, la complejidad que le aportan las particularidades de cada una de las parcelas se integra con los aromas derivados de la crianza. Un vino completo, expresivo, con una amplia paleta aromática. Un vino que es reflejo de la historia, del viñedo de Dehesa de los Canónigos y del respeto por el vino en bodega durante su elaboración.

  • Solideo

Solideo es el vino reserva de Dehesa de los Canónigos y se rescató con la celebración del 25 aniversario de la bodega, en el año 2014. Su nombre significa "Solo ante Dios", también empleado para designar a un casquete de seda que suelen vestir el Papa, los obispos y algunas personas del clero para cubrirse la cabeza. Una referencia a los orígenes eclesiásticos de la bodega. La uva con la que se elabora Solideo proviene de cepas de más de 80 años, ubicadas en suelo de cascajo, según el sistema tradicional de plantación en vaso, de muy bajo rendimiento. Está elaborado con 85% de tempranillo, 12% de cabernet sauvignon y 3% de albillo y permanece en barricas durante 24 meses, primero en roble americano de uno y dos años de edad y los cuatro últimos meses en roble francés nuevo. Un vino que se reserva únicamente a cosechas excepcionales. Un vino con larga vida que representa la elegancia con mayúsculas.

  • Dehesa de los Canónigos Gran Reserva Luis Sanz Busto

Dehesa de los Canónigos Gran Reserva Luis Sanz Busto surgió como homenaje a los hijos de Mª Luz y Luis Sanz Bustos a su padre "quien hace 30 años y por el amor de su esposa, fundó esta bodega familiar con gran entusiasmo y sacrificio". Está elaborado con una selección exhaustiva de las mejores uvas procedentes de un viñedo en propiedad de más de 80 años en terreno cascajoso, 97% de tempranillo y 3% de albillo. Una parcela que ofrece una buena exposición a la radiación solar y que permite una excelente maduración de la uva. Tras 30 meses de crianza en roble americano y 10 meses en roble francés, se le somete a una larga crianza en botella. Un vino único con una presentación única, que sólo se obtiene en las mejores añadas.

  • Dehesa de los Canónigos Albillo Mayor

Iván y Belén Sanz, como deseo personal y proyecto de futuro, decidieron dedicar una pequeñísima parte de las uvas que evocan tan buenos recuerdos de su infancia y de tanta tradición en la Ribera del Duero como lo es la albillo, para elaborar un vino que represente en estado puro lo que es esta variedad. Su intención era sacar un vino que simbolice la pureza de la variedad, buscando su autenticidad y singularidad. Las cepas de albillo se localizan de forma intercalada entre el viñedo de tempranillo de más de 80 años de Dehesa de los Canónigos. Hasta el momento, la uva se empleaba únicamente para elaborar Solideo (85% tempranillo, 12% cabernet sauvingon y 3% albillo), un vino que sólo sale al mercado en las añadas excepcionales. Dehesa de los Canónigos Albillo Mayor fermenta con levaduras autóctonas, al 50% en barrica francesa de un año de edad, mientras que la otra mitad lo hizo en depósitos de acero inoxidable con los hollejos. Tras seis meses de estancia en las barricas y varios meses en botella, el resultado es un vino con gran cuerpo en boca y que mantiene una nariz muy intensa, auténtica y fresca.

  • Dehesa de los Canónigos Clarete Luzianilla

Luzianilla, así llama Luis Sanz a su mujer, Mari Luz. Este vino guarda lo mejor de las cepas de Dehesa de los Canónigos. Su etiqueta es una acuarela de nuestro amigo Paco Somoza que refleja la pasión de Mari Luz por las rosas. Un vino, clarete, que recupera los orígenes del rosado en la Ribera del Duero. Está elaborado con 75% de tempranillo y 25% de albillo mayor, de viñas viejas. Tras la fermentación alcohólica espontánea, se afinó en barricas de roble francés de un año durante 224 días.

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