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Historias de Salamanca. Del auto tranvía al bus eléctrico

El servicio de autobús urbano salmantino cumplirá en diciembre un año de vida con renovación de flota

Historias de Salamanca 16 abril

04:50

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El autobús urbano en Salamanca tiene fecha de nacimiento: 21 de diciembre de 1924. O sea, el servicio va camino de cumplir un siglo.

Un siglo de muchos cambios en los itinerarios, de nuevas rutas, de autobuses más grandes y cómodos, y ahora más ecológicos.

Entonces, en 1924, el servicio de autobuses nació con dos vehículos fabricados en la metalúrgica de Moneo, junto al Campo de San Francisco, que hacían la ruta entre la Estación de Tren y Tejares con parada en la Plaza Mayor, pero también en la Puerta de San Pablo, Plaza de Poniente, en el Arrabal, Chamberí y Tejares. Llagar hasta aquí costaba 15 céntimos, para todo lo anterior: diez.

Dinero que cobraba el “cobrador” mientras el conductor estaba a lo suyo. El primer servicio tenía lugar a las siete y media de la mañana, el último a las ocho y media de la tarde. Al frente del negocio un sargento ingeniero de ferrocarriles, Joaquín Guevara Roldán. Un periodista de la época escribió entonces que “Salamanca va adoptando el aire característico de las ciudades modernas”. Era 1924. Si la fecha fundacional del servicio de autobuses de Salamanca es el 21 de diciembre de 1924, otra fecha no menos importante es la del 23 de diciembre de 1971.

Aquel día, 23 diciembre de 1971, y después de darle muchas vueltas al asunto, el Ayuntamiento de Salamanca decide sacar a los autobuses de la Plaza Mayor a la que entraban y de la que salían, claro, por sus arcos para circular por la Rúa, el Prior o la calle Toro, por increíble que parezca.

La Plaza Mayor dejó de ser parada de autobús y la Plaza del Mercado ocupó su lugar.

Y así ha sido hasta no hace mucho. La salida de los autobuses urbanos de la Plaza Mayor trajo consecuencias para el resto de vehículos a los que se impuso restricciones el 18 de diciembre de 1972 y finalmente se expulsó el 21 de diciembre de 1973 con un histórico bando del entonces alcalde Pablo Beltrán de Heredia, así que adiós al aparcamiento en la Plaza Mayor y adiós también a la circulación: la Plaza se hacía plenamente peatonal.

El siguiente paso fue ir peatonalizando la ciudad poco a poco hasta nuestros días. Y esto también tiene fecha, claro, el 17 de enero de 1994. No sin protestas de comerciantes y la oposición, que cuando ganó la Alcaldía mantuvo la peatonalización. Y la amplió. Como se amplió también el servicio de autobuses, porque Salamanca ha ido creciendo.

Ella y su área metropolitana.

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