La fiesta de la Virgen de las Vacas busca ser reconocida de interés turístico regional

Ávila

El expediente con toda la documentación necesaria para solicitar que la procesión de la Virgen de las Vacas sea declarada de interés turístico regional ha sido registrada ya en el Ayuntamiento de Ávila.

Después de que en enero el Ilustre Patronato de la Santísima Trinidad, Santísimo Cristo de la Ilusión y Nuestra Señora de las Vacas aprobara por unanimidad iniciar el expediente se ha trabajado intensamente para recopilar los datos que acreditan que la fiesta, una de las más populares de la ciudad de Ávila, tiene lo que exige la Junta de Castilla y León para otorgar ese reconocimiento.

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En el expediente, de unas doscientas páginas, se han adjuntado los estatutos del Patronato de 1582 donde ya se contemplaba la fecha del segundo domingo de mayo como día de celebración de la fiesta "para siempre jamás".

También hay numerosas fotografías aportadas por particulares que muestran imágenes de la fiesta y se remontan hasta los años veinte del siglo pasado. La presidenta del Patronato, Ana Martín, dice que han podido comprobar a través de documentos que la procesión se celebra "tal y como la conocemos ahora" desde hace unos setenta años, desde mediados del siglo XX.

Tenían "prácticamente el mismo recorrido" y ya se bailaba el pasodoble al ritmo de 'El gato montés' en el mismo lugar que ahora, aunque entonces era muy diferente ya que "no había casas, no había nadie". Por eso al pasar por esa zona se tocaba "algo más movido para llevar más rápido a la Virgen para pasar ese trozo".

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A partir de este momento es el Ayuntamiento de Ávila el que deberá remitir la solicitud para que el Servicio Territorial de Cultura y Turismo informe favorablemente y eleve la solicitud a la Dirección General de Turismo para que se resuelva en la Comisión Permanente del Consejo de Turismo de Castilla y León.

La idea de lograr ese reconocimiento lleva varias décadas rondando a los miembros del patronato. Según su presidenta se planteó ya en el año 1992 cuando se consiguió que la ermita fuera protegida como Bien de Interés Cultural. Pero por unas cosas u otras no llegó a cuajar hasta ahora.

Muestra del fervor que despierta la Virgen de las Vacas fue el acto de su coronación, celebrado en el año 2016 y seguido por miles de personas.

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El gato montés

Ni la lluvia ni la nieve, que de todo ha habido a lo largo de los años, han impedido que la pequeña imagen de la Virgen saliera de la Ermita de Las Vacas para hacer el recorrido habitual por distintos templos de la ciudad en una procesión que dura horas. Fue necesaria una pandemia mundial para cancelar la fiesta, ya el segundo domingo de mayo de 2020 es el único en el que no ha habido celebración.

La procesión tiene muchos momentos emotivos, pero sin duda el más importante es "el baile" de la Virgen a hombros de cuatro mozos de las Vacas (la tradición dice que son aquellos que se van a casar ese año y por tanto dejarán de ser mozos).

Tras visitar el Monasterio de la Encarnación y las iglesias de Santa María de la Cabeza y San Martín la procesión llega a la avenida de Madrid, y allí miles de personas se agolpan para ver ese momento cumbre. Y entonces suena 'El gato montés', compuesto por Manuel Penella Moreno, y se desata la emoción.

Los mozos siguen el ritmo de la música y mueven con energía las andas sobre las que portan a la Virgen. A su alrededor otros compañeros los escoltan para dejarles sitio mientras avanzan metro a metro, jaleados por familiares, amigos y devotos, todos con los nervios a flor de piel.

El baile termina junto a la puerta de la Muralla que se abre al Río Adaja. Allí el llanto de los mozos muestra la tensión con la que viven ese momento de la fiesta. Y ya más tranquilos todos enfilan la calle Vallespín para llevar la imagen hasta la Iglesia de San Juan donde descansará antes de volver a su ermita.

Estos son los requisitos

La declaración de Fiestas de Interés Turístico de Castilla y León está regulada por la orden del 14 de marzo de 1995, de la Consejería de Cultura y Turismo, que establece las condiciones que tienen que cumplir:

1. Originalidad de la celebración.
2. Tradición popular. El motivo de la celebración deberá ser el arraigo popular en el ámbito correspondiente, excluyéndose aquéllas originadas por intereses privados o particulares, de carácter comercial u otros similares.
3. Valor cultural. Se requiere que en la celebración esté implicado algún elemento caracterizado por su valor cultural, tales como los siguientes: Bienes declarados de interés cultural. Manifestaciones gastronómicas típicas. Manifestaciones artístico-culturales. Manifestaciones religiosas.
4. Antigüedad mínima. La fiesta o acontecimiento a que se refiere la petición habrá de tener en el momento de la solicitud una antigüedad mínima de veinte años.
5. Capacidad para la atracción de visitantes de fuera de Castilla y León.
6. Celebración de forma periódica y en fecha fácilmente determinable.