Comienzan los trabajos para recuperar los restos de Pedro de la Calle, pastor ahorcado por los falangistas en Mojados en el 36

Valladolid

Desde las 9 de la mañana de este martes 2 de abril la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica busca a Pedro de la Calle, un pastor que fue asesinado en Mojados por falangistas el 25 de agosto de 1936 e inhumado en un recinto civil anexo al cementerio del municipio.

Nació en Alcazarén el 23 de febrero de 1888. Estaba casado con Romana Burgos y tenían dos hijas: Ángela y Lucía. Era pastor, socialista y miembro de la Casa del Pueblo de Mojados, donde residía; fue detenido dos veces, la primera se saldó con una paliza y en la segunda ya fue trasladado hasta el pinar, donde falangistas de Alaejos, Ataquines y Mojados le colgaron de un pino. En su certificado de defunción figura "como causa de la muerte, detención ilegal con ejecución extrajudicial, congestión y asfixia". Tal y como señala la familia, su cuerpo apareció ahorcado en un pinar.

Décadas sin derechos

Buscan sus restos en un espacio de unos 20 metros cuadrados muy abandonado, lleno de hierbas y con una dificultad añadida: una gran cantidad de tierra que se acumula por encima del suelo original.

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Dadas las circunstancias, calculan que en dos o tres días darán con los restos de Pedro de la Calle Esteban. Una búsqueda que llega después de que la hija del asesinado pidiera al ayuntamiento de Mojados en 2006 recuperar esos restos y se lo denegaron; ahora es su nieto quien retoma este objetivo a través de la asociación.

Una situación que es habitual, tal y como explica Marco Antonio González, de la ARMH: "Eso ha pasado en todas las provincias y todos los ayuntamientos; las víctimas de la dictadura han estado completamente desamparadas a nivel municipal, regional y estatal durante más de 40 años. No han tenido ningún derecho y se les ha negado derechos tan básicos como la inhumación con el rito que decida la familia de una persona asesinada a raíz del golpe de estado de 1936".

Búsqueda a mano

Una decena de personas trabajan en esta exhumación que están haciendo cubo a cubo porque no cabe maquinaria: "Estamos haciendo un destierre de esta zona, un recinto de unos 20 metros cuadrados, en completo abandono, basura arrojada, y lo que más trabajo nos da es un acopio de tierra que hay encima del nivel original y esto se traduce en muchas horas de paleo, y lo estamos haciendo cubo a cubo porque no cabe la maquinaria".

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En este caso, la ARMH no pide dinero público ni ayuda ninguna porque considera que son las administraciones las que deberían estar haciendo este trabajo: "Funcionamos con nuestros medios económicos porque creemos que este trabajo lo tiene que hacer el propio Estado, hacer uso de todo su potencial, con centros científicos, universidades, centros forenses... y todo tutelado por la Justicia".