Descubre los diez árboles de Palencia que son monumentos vivos protegidos

Palencia

El Gobierno regional ha incluido tres tejos, tres robles, un olmo, un pino, un cedro y una encina de la provincia, como árboles salvaguardados bajo la sombra del Catálogo de Especímenes Vegetales de la Ley de Espacios Naturales de Castilla y León, por su singular relevancia. Los protege de su destrucción o utilización como soporte físico. A nivel regional hay 145 árboles catalogados.

Los árboles son unos de los elementos más destacados y atractivos del patrimonio natural de Castilla y León, por las importantes funciones que cumplen y por ser, en algunos casos, protagonistas de la historia y la cultura. Su valor aumenta a medida de que tengan un porte y edad extraordinarios, presenten características de interés científico, se relacionen con hechos históricos, constituyan parte de la leyenda y tradición popular o sean fuente inspiradora de obras literarias.

Para contribuir a la conservación y protección de estos monumentos vivos durante el tiempo que permita su ciclo biológico, la Ley de Espacios Naturales de la Comunidad de Castilla y León creó el Catálogo de Especímenes Vegetales de singular relevancia, un registro de carácter abierto al que se incorporan ejemplares cuya especial importancia les haga sobresalientes.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha incluido en este catálogo una decena de árboles de la provincia de Palencia, de seis especies diferentes. Prácticamente todos ellos se encuentran en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente del Cobre - Montaña Palentina, menos una encina que se puede observar en el término municipal de Palencia. A nivel regional, los árboles catalogados son 145, de 38 especies distintas.

Que un árbol pertenezca a este registro significa que, por su relevancia, está prohibido destruirlo, dañarlo, marcarlo o utilizarlo como soporte físico. El catálogo establece, además, una zona de protección, definida como una franja de terreno de cinco metros alrededor de su copa. Por otro lado, la inclusión en este catálogo no impide a sus propietarios disfrutar de sus frutos y producciones, con la excepción de la madera.

Árboles incluidos en el Catálogo de Especímenes Vegetales de la Junta

‘El Roblón’ o ‘Abuelo’ de Estalaya, es uno de los árboles más conocidos de la provincia de Palencia. Se incluye en el Catálogo de Especímenes Vegetales por su gran porte y tamaño, lo que le hace ser masivamente visitado. Este roble albar posee 17 metros de altura y un tronco grueso y retorcido de más de 10 metros de perímetro desde su base. De él surgen ramas de grandes dimensiones que conforman una copa de anchura próxima a los 16 metros. En su tronco se pueden observar las diferentes adversidades a las que ha sobrevivido en sus más de 500 años de vida, como las marcas de un rayo o del hacha del hombre que lo señaló para una tala que no se llegó a realizar, ya que su tamaño y antigüedad logró el respeto de los vecinos de la zona.

No muy lejos de ‘El Roblón’ se encuentran otros dos robles catalogados de especie albar, como ‘El Roble de la Tenada’, en Cervera de Piuerga, y ‘El Roble de Lebanza’, en La Pernía, con una antigüedad de más de 500 y 300 años cada uno. Aparte de su edad, les hacen extraordinarios sus más de ocho metros de perímetro de base y una altura comparable a la del ‘Abuelo’.

Especialmente abuelos son los tres ejemplares milenarios de ‘Tejo de Tosande’ de talla descomunal que se recogen en el catálogo por su excepcional valor, su tamaño, rareza y uso recreativo. Como su propio nombre indica, forman parte de la ‘Tejeda de Tosande’, donde se han inventariado más de 700 tejos añosos.

Las tejedas representan lo que fueron los bosques de coníferas de la era Terciaria. Tosande es una de las concentraciones de tejos más singulares de Europa y es de las principales joyas biológicas de la Montaña Palentina. Aquí, sorprende la cantidad de árboles de grandes dimensiones, especialmente teniendo en cuenta que la especie tiene un crecimiento muy lento. Así, los 15 metros de altura y diámetros de un metro y metro y medio, que presentan muchos ejemplares, corresponden a árboles milenarios.

También testigo directo de la historia, aunque sólo centenario, ha sido el conocido como ‘Cedro de los Orioles’, en Brañosera, árbol que sobrevivió al impacto de un obús de la Guerra Civil. Éste le partió el tronco, lo que le da el aspecto achatado. Posee 24 metros de altura, y una superficie proyectada por su enorme copa que supera los 600 metros cuadrados, la más grande de los árboles catalogados de Palencia.

En la misma localidad echa raíces el conocido como ‘El Pino de Don Luis’ o ‘El Pino de la Oficina’, pues estaba al lado de una antigua oficina de las minas. Destaca por su porte recto y su gran altura de casi 30 metros.

Otro de los árboles del Catálogo de Especímenes Vegetales es un olmo situado en la plaza de la localidad de Camporredondo de Alba. ‘La Olma de Camporredondo’, como es conocido, tiene más de 150 años. Está catalogado por su buen tamaño, con 120 centímetros de diámetro y una altura total de 15 metros, y por haber sobrevivido a la grafiosis, enfermedad que ha acabado con la mayoría de olmos del territorio.

Dejando la Montaña Palentina, en Palencia capital se encuentra una gran encina, conocida como ‘Encina de Guijondo’. Ha sido catalogada por poseer características, como sus tres siglos y medio de vida, su grosor y su porte.