La Arandina perdona y lo paga

Aranda de Duero

La Arandina tiene ya escasas opciones de salvar la categoría. La racha de puntuación al alza se veía truncada este sábado tras caer ante un Guijuelo que no demostró ser equipo de playoff en argumentos pero sí en efectividad. Ahí es donde reside la diferencia en esta categoría.

Primeros minutos de dominio visitante, aunque sin concretar de cara portería, ante una Arandina a la que no le duraba mucho el esférico. Álex apostaba por una defensa de cinco con dos carrileros, Javi Bueno y Vitolo en el centro del campo, y Gonzalo y Raly como referencias.

Se tardó en ver la primera ocasión de la tarde, pero fue muy clara y para los locales. Peinada de cabeza de Adri Pérez y Gonzalo veía como su remate frente al portero lo repelía el guardameta charro. Respondieron los visitantes a continuación con una internada por banda izquierda y un pase atrás mal botado que complicó el remate al jugador salmantino. Pero aún había más por ver.

Y es que casi el gol se cantó desde la grada cuando en el minuto 32 un remate de Raly fuera franco para el empuje de Haji tras pasar el cuero por Rabanillo y recorrer la línea de gol. Con todo para empujarla, apenas tocó el balón y este salió rozando el poste. Y una vez más respondió el Guijuelo y por partida doble. Primero con un remate tras centro lateral que se fue alto, y después con un espectacular remate desde la frontal que impactó en el poste de la meta local. Llegó el descanso.

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Gran portero y mal arbitraje

En la segunda parte la Arandina salió mucho más fiera. Más intensa en ataque ante un Guijuelo que apenas inquietó la meta de Jara. La Arandina tuvo dos ocasiones muy claras en sendos remates de cabeza que desbarató Rabanillo. Fue el mejor jugador del partido con diferencia. Y como reza el dicho de ‘quien perdona lo paga’, la Arandina lo pagó.

En un remate de cabeza inapelable tras un saque de esquina el Guijuelo marcaba el tanto de la victoria. Y además la Arandina perdía por roja (muy muy rigurosa, por cierto) a Adri Pérez. A pesar de ello, los locales no le perdieron la cara al partido y se volcaron en el área rival. Y en plena prolongación de 7’, Frodo la pegó desde la frontal al larguero. Difícil de creer que, al igual que en la ida, se fuera un partido así, y con él, prácticamente las opciones de seguir un año más en Segunda RFEF. Pero así lleva siendo toda la temporada; las sensaciones no dicen lo que la clasificación. La pena es que la última es la única que cuenta.