Dos niñas inocentes

Palencia

Estos días andamos todos en Palencia sobrecogidos con la noticia de que dos niñas fueron halladas semidesnudas y desatendidas en  un supermercado de nuestra ciudad.

Tristeza, indignación, asombro, perplejidad,… son algunos de los sentimientos que muchos palentinos hemos tenido estos días. ¿Cómo se puede hacer esto a dos criaturas tan indefensas? ¿Qué puede llevar a unos padres a desatender a sus hijas?

Ahora es tiempo para el silencio, el sosiego, la discreción y la espera.  Nuestra sociedad tiene las herramientas necesarias para juzgar este caso. No creo que nadie gane nada haciendo de esta historia  cruel un programa morboso de televisión.

Este caso me hace preguntarme, ¿Cuántos inocentes viven en situaciones vejatorias en nuestra sociedad?

Los niños que mueren de hambre cada día.

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Las mujeres asesinadas por sus parejas.

Tantas personas que se juegan la vida en las pateras.

Los refugiados expulsados de sus países por las guerras, los intereses económicos y sociales.

Los niños, adolescentes o jóvenes que sufren en silencio el bullying en los centros escolares.

Miles de personas arrastradas por el alcohol, las drogas, la ludopatía, la insatisfacción personal.

Aquellos hombres y mujeres que se suicidan porque no encuentran sentido a su vida.

Las personas que son desahuciadas de sus hogares.

Personas mayores que viven en la soledad, el abandono, la tristeza o la marginación.

¡Hagamos un canto a la vida! ¡Defendamos a todos los inocentes que mueren o viven en situaciones indignas! La persona es lo primero, lo más sagrado, lo más inviolable. Todos los hombres y mujeres tienen derecho a nacer, a vivir con dignidad, a creer, a desarrollar todas sus capacidades y a potenciarlas.

Pongamos las bases para construir una ética de mínimos que tengamos que cumplir todos los habitantes de nuestro querido Planeta Tierra.