La incertidumbre de la EHE

La evolución de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), provocada en vacas y cérvidos por un insecto, se ha frenado con el invierno pero los ganaderos afectados se enfrentan a la incertidumbre: siguen sufriendo las consecuencias de sus efectos aunque ahora no tengan más infectadas.

Tres meses después de contarnos su situación en los momentos de mayor transmisión de la enfermedad, José Ramón, ganadero de vacuno de Almeida que perdió 6 reses por la EHE, apunta que con el invierno ha estado más tranquilo, pero el ganado sigue teniendo secuelas.

Señala que sus vacas han sufrido abortos, los terneros han nacido débiles, hay vacas que no dan leche y, como efecto nuevo, afirma que hay un porcentaje alto de sus reses que están cambiando las uñas, lo que las está provocando un gran sufrimiento que las obliga a no moverse.

José Ramón también relata que se le ha muerto alguna res recientemente como consecuencia de una complicación derivada de la enfermedad, aunque no cuente como causa de la EHE.

Pero José Ramón incide en la incertidumbre de los meses próximos, porque nadie puede predecir lo que ocurrirá cuando llegue la primavera y previsiblemente reaparezca el insecto transmisor, a la espera de comprobar si las reses han adquirido algo de inmunidad frente a la picadura, ya que de momento no hay vacuna ni otro remedio eficaz contra la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica.

Igualmente recuerda que Agroseguro no paga las consecuencias de la hemorrágica y tampoco se puede contratar esa incidencia en el seguro, aunque se quiera.

Y las ayudas públicas recibidas, aunque alivian, asegura que son insuficientes, pese a que de momento, pese a la enfermedad y al encarecimiento de los productos agrarios, la mayoría de las ganaderías afectadas “hemos podido sobrevivir”.

Recordamos que la última actualización de la evolución de la enfermedad apuntaba la existencia de 477 ganaderías afectadas, 9.737 reses con síntomas y 1.197 vacas muertas desde agosto del pasado año.