'Es un atentado': Promonumenta organiza una campaña contra la ruta de bicicleta entre Peñalba y Médulas

Ponferrada

La asociación en defensa del patrimonio de la provincia de León, Promonumenta, organizará una recogida de firmas y promoverá reuniones para explicar los daños que puede producir el proyecto promovido por la Junta de Castilla y León para abrir una ruta de BTT entre Peñalba y Médulas, a través de los 54 kilómetros del canal romano conocido como CN-2. No solo eso, sino que acompañarán al investigador del CSIC Javier Sánchez Palencia en su reclamación ante la UNESCO por el daño que puede suponer para el patrimonio mundial de Las Médulas. Para ello, cuentan con el apoyo de Hispania Nostra, la asociación en defensa del patrimonio cultural en peligro, según explica el vocal de la asociación, José Luis González. La ruta es 'una pantomima' y 'un atentado', a su juicio.

Polémica

El debate se ha suscitado de nuevo a raíz de que se presentase ese proyecto, presupuestado en más de 800.000 euros, en la reciente jornada organizada en Médulas por el CSIC y la Universidad de Vigo sobre los nuevos descubrimientos en el entorno. Sánchez Palencia y los profesores universitarios presentes expresaron su oposición a la ruta en bici, lo mismo que hizo Promonumenta, que considera que el paso de las bicicletas sobre el lecho del canal puede suponer una seria erosión, añadida a los posibles golpes que sufran los muros y protecciones del antiguo cauce. José Luis González cree que ya existen suficientes rutas entre Peñalba y Médulas para tener que utilizar un recurso 'que tiene 2.000 años de antigüedad'.

Consideran además en Promonumenta que se trata de un proyecto 'personalista', ya que estará abanderado por Jesús Calleja, como el resto de rutas de BTT que la Junta está abriendo en León.

Promonumenta cree que la Junta debería ser igual de puntillosa que en otros valores arqueológicos que se han estudiado y se han respetado, e incluso se han cubierto de nuevo. En el caso de los canales, recuerdan, están en proceso de declaración como Bien de Interés Cultural