Calor sostenible en todos los hogares vallisoletanos: un objetivo a 10 años con un presupuesto de 200 millones de euros

Valladolid

Diez años y 200 millones de euros, esos serán los plazos y el presupuesto para extender la red de calor de biomasa forestal a toda la ciudad de Valladolid. Lo han anunciado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, que han calificado como "histórico" este acuerdo que beneficiará a cerca de 60.000 viviendas y 250 edificios terciarios, además de ahorrar la emisión de más de 165.000 toneladas de CO2 al año.

Los beneficios que tendrá para los usuarios, a parte de la mejora en sostenibilidad medioambiental, son: eliminar chimeneas, la ausencia de equipos propios, el ahorro en la factura energético, la estabilidad de precio, la reducción de costes de mantenimiento, la mejora de la calificación energética, mayor disponibilidad de espacio útil valorizable o la paralización de más de 2.500 chimeneas individuales.

Jesús Julio Carnero aseguraba que la intención es conseguir de manera global e integral que cualquier vecino pueda acceder a una eficiencia energética, tanto desde el punto de vista de la sostenibilidad medioambiental, como desde el punto de vista de la sostenibilidad económica. Cifran los ahorros que esta red de calor podría generar en un 40%.

Fases por las que ha pasado

La primera fase de la red de calor en Valladolid arrancó en 2014, con la firma de un convenio entre la Junta, a través de Somacyl, y la Universidad de Valladolid, para atender la demanda térmica de los campus Delibes y Esgueva de la UVa. Posteriormente, en el año 2019 se conecto al sistema el Hospital Clínico Universitario, convirtiéndose en el primer hospital español en atender íntegramente su demanda térmica con energía renovable. Esa fase conllevó una inversión de 7,5 millones de euros, impuestos incluidos.

La segunda fase arrancó en 2019, afectando a la zona norte-este del barrio Huerta del Rey de la capital para atender la demanda térmica de edificios públicos de la zona (consejerías AYG, FYM, EYH, Escuela de Arquitectura, Complejo deportivo Huerta del Rey, etc) quedando abierto el proyecto a edificios privados de la zona. El éxito e interés de las comunidades de propietarios en este sistema ha provocado que la central de generación prevista inicialmente se encuentre al 100% de su capacidad. La inversión de esa fase rondó los 6,6 millones.

El pasado año, en 2022, comenzaron las obras de la instalación de calefacción urbana centralizada ‘Valladolid Oeste’ que está en ejecución por un valor total de 43 millones y se extenderán por los barrios Villa del Prado, Parquesol y zona sur-oeste de Huerta del Rey estará en funcionamiento en el tercer trimestre de 2024. Según explicó el consejero, las obras en Huerta del Rey ya están finalizadas, y en Villa de Prado concluirán en febrero de 2024, mientras que Parquesol podrá engancharse a la rede de calor en el invierno 25-26.

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Nuevas zonas de la ciudad beneficiadas

Entre las zonas recién incorporadas, y cuyos plazos se desconocen, están la zona este, que contaría con una nueva central de generación de energía renovable y se extendería por los barrios Santos Pilarica, Delicias, Pajarillos y Zona Plaza Circular. También la zona sur, que se extenderá por los barrios La Rubia, Covaresa, Arturo Eyries y Paseo Zorrilla, con la estación de generación en los entornos de Auvasa. La red de calor Valladolid Norte que se extenderá por los barrios La Victoria, Rondilla y Zona Paseo Isabel La Católica y centro de la ciudad.

Bonificaciones y trabajo del consistorio

Desde el Ayuntamiento de Valladolid se comprometen a colaborar en la planificación, emitir los informes y otorgar las concesiones gratuitas, y ofrecer bonificaciones fiscales, como la "exención temporal" del IBI. Un grupo de trabajo con representantes de ambas partes, Junta y consistorio, que coordinará las acciones e impulsará la ejecución del proyecto, reuniéndose al menos una vez cada tres meses. El protocolo tiene una duración inicial de cuatro años, con la posibilidad de prórroga por otros cuatro a propuesta del grupo de trabajo.