Navidades; No para todos igual
La Firma de Elisa Docio
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Navidades; No para todos igual
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Palencia
No para todos es igual. A las fiestas navideñas, me refiero.
El fin de semana debió ser tremenda la afluencia de gente en las calles de las ciudades. En la tele se mostraban imágenes del gentío por entre las incontables luces que cada año ya son muestra de una competición incansable entre alcaldías. A ver quien lo pone más lucido, para atraer el turismo, dicen. A ver quién tiene el árbol de navidad mas alto. Pues, a disfrutar y a gastar se ha dicho.
Pero, en medio de este jolgorio y sin ánimo de ensombrecer demasiado la fiesta, hay dos temas que por humanidad no debemos pasar por alto: Uno, el de las familias que tienen dificultades para llegar a final de mes, concretamente cuatro de cada diez habitantes en nuestra comunidad de Castilla y León. Además, tenemos una quinta parte de la población en riesgo de pobreza o exclusión social. A la vista de estas cifras, cuando leemos en la prensa que la media de gasto por cada palentino, repito, cada palentino, en estas fiestas es de 972 euros extra, no podemos por menos que echarnos las manos a la cabeza y pensar en lo que pueden sentir en sus hogares tantas de esas familias. Para hacer esa media, de los 5000 encuestados por las organizaciones de consumidores debe haber un número importante que se regalan Rolex de oro de 30.000 euros, o que juegan a la lotería otro tanto. Si no, no sale la cuenta. Ese tipo de conclusiones tan a lo loco servirán para estudios estadísticos pero nos alejan de la realidad en que vivimos cada día.
El otro marronazo en estas fiestas tan cristianas y melosas que llaman al amor y a la solidaridad es la terrible masacre de Israel sobre la población civil palestina que ni la ONU ha podido parar. Nada que hacer. La tremenda crueldad de los israelíes parece buscar el exterminio de esos pobladores, lo que no sería de extrañar, dada su ansiedad expansionista. El gravísimo ataque terrorista de Hamás les ha dado el hueso y parece que no lo van a soltar hasta la destrucción total. Precisamente en estas fechas, precisamente en esos territorios cuna de la civilización judeo-cristiana, la nuestra, se vuelve a escribir otra página cruenta de la historia humana. Ya no se trata de justicia, es venganza y ambición.
Entretanto no queda otro remedio, volvamos al principio y sigamos con la fiesta.