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Catorce meses sin cobrar el alquiler y sin poder recuperar el piso

Una vecina de Santa Catalina pide a los CEAS que medie para solucionar un problema generado por unos inquilinos vulnerables

El piso está ubicado en el número 1 de la calle Nuño Rasura

El piso está ubicado en el número 1 de la calle Nuño Rasura

Aranda de Duero

Una vecina de Aranda ha lanzado un S.O.S. a través de las redes sociales para intentar recuperar una vivienda familiar que en su momento puso en alquiler y por la que lleva 14 meses sin cobrar la renta. Se llama Teresa Flores, trabaja en el sector de la limpieza y explica que llevaba 25 años viviendo con su familia en este piso, que está ubicado en la calle Nuño Rasura del barrio de Santa Catalina. Por motivos de espacio, en su momento compraron una nueva vivienda y arrendaron la otra para hacer frente al pago de la hipoteca, pero los inquilinos llevan un año y dos meses sin pagar.

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Los dueños lo denunciaron hace tiempo, pero la ley prioriza a favor de los inquilinos que están considerados como una familia numerosa vulnerable y tienen cierta urgencia por recuperar la vivienda por una necesidad familiar. Dice Teresa Flores que ha acudido a los Servicios Sociales en busca de una solución que dicen que no pueden darle. “Yo me siento súper impotente, porque yo encima ahora mismo necesito ese piso por mis padres, porque viven en un pueblo y necesito el piso y me he puesto en contacto con CEAS: les he mandado un escrito porque anteriormente fui a hablar con el coordinador, pero no me dio ninguna solución, así que quiero hacer un llamamiento a quien realmente le corresponda: que saquen a esta gente de mi casa, porque si no tienen recursos, yo tampoco”, expresa la propietaria del imueble.

Los arrendadores redactaron un contrato estableciendo una duración de un año. Flores reconoce que fue un error por desconocimiento, puesto que el plazo mínimo es de cinco. Por eso, aunque los inquilinos durante el primer año estuvieron cumpliendo con los pagos, cuando les pidió que le devolvieran el piso porque lo necesitaba para sus padres, no sólo se negaron, sino que dejaron de abonar los recibos. Nueve meses después intentó llegar a un acuerdo amistoso, perdonándoles la deuda a cambio de recuperar el inmueble, pero a día de hoy no han movido ficha. “Yo primero se lo dije a ella y me contestó que tenía que hablarlo con su abogada, pero hasta hoy no he recibido respuesta y ahí está la denuncia; o sea que facilidades les hemos dado, pero se ve que no les cuadra, porque es muy cómodo no pagar y seguir ahí”, lamenta Teresa Flores.

 
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