Togas y sotanas
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La opinión de Ángel Santiago Ramos (23/11/2023)
León
Jueces, fiscales, obispos se levantan también contra el gobierno surgido del actual Congreso de los Diputados, formado tras las elecciones del pasado 23 de julio. Alimentados por las dos derechas, convulsionadas sin remedio aparente, airean las togas y sotanas como si no hubiera mañana. Unos y otros pertenecen a las clases privilegiadas de una sociedad que les va perdiendo los aprecios. Las iglesias pierden fieles y los jueces credibilidad.
Para los obispos, el asunto de la amnistía coyunturalmente les sirve de muralla para tapar los terribles datos de los abusos a cientos de miles de sus colegiales, cometidos durante décadas, y a los que quieren pasar página sin penalización alguna. Ni penal, ni religiosa, ni económica. Casi, sin pedir perdón.
Y los magistrados, sólo unos pocos salieron a las escaleras de los juzgados leoneses, mayoritariamente olvidan que la justicia emana de los ciudadanos. Y que, en los estados democráticos, los ciudadanos se representan en el Parlamento. El mismo que hace las leyes que también los jueces están obligados a cumplir y a hacer cumplir.
Tiempos agrios los que nos tocan. Demasiada presencia de bajas pasiones en un ambiente político que huele a rancio. Las derechas españolas sin poder están retorciendo los tentáculos más sensibles, poderosos y cercanos a sus tesis. Es una tortura escuchar a los voceros de provincias repetir machaconamente los argumentarios de Abascal y Feijoo, cada vez mas toscos y más iguales ambos.
No es la sociedad civil la que se inquieta, son estas organizaciones civiles las que palmean y se suman al griterío.