La AV Santa Catalina se opone a albergar en su local la ludoteca ‘Almudena Carretero’
Es una de las opciones que baraja el equipo de gobierno para la reubicación de los servicios del Centro Cívico
Imagen de archivo de una de las ludotecas municipales / Facebook Ocioduero
Aranda de Duero
La Asociación de Vecinos de Santa Catalina se opone a la posibilidad de trasladar a su sede la ludoteca ‘Almudena Carretero’ y reubicar al colectivo vecinal en otro lugar del barrio. Es una de las opciones que maneja el equipo de gobierno para liberar el Centro Cívico Virgen de las Viñas de los servicios sociales y culturales que allí se prestan para que pueda convertirse en sede del campus universitario que el Ayuntamiento proyecta con la UBU
Fue una de las cuestiones que la Junta directiva de este colectivo vecinal trató en su primera reunión con el nuevo alcalde. Después de ese encuentro, ha hecho pública una contundente nota de prensa mostrando su rechazo a esta idea, que considera que sería como “desvestir a un santo para vestir a otro”. Antonio Adeliño, el presidente, señala que en ese encuentro se planteó al primer edil que lo más apropiado sería trasladar la ludoteca a un lugar que no esté ocupado y se le sugirió el comedor o los salones del Centro de Mayores en la calle Hernán Cortés, que se hallan sin los servicios que se prestaban y sin intención de recuperarlos, o la antigua Casa de la Juventud, que está desocupada, sugiriéndole no tocar las cosas que funcionan.
Añade que si se quiere que las Asociaciones de Vecinos funcionen como órganos de representación y participación ciudadana, se les debe dotar de un local adecuado donde se pueda reunir un número importante de socios para plantear quejas y sugerencias o para programar actividades socio-culturales. Advierte que “lo contario supone condenarlas al ostracismo o abocarlas al cierre o disolución” y recuerda que hace siete años ya sufrieron “una florida estocada, cuando para evitar una supuesta competencia desleal a centros privados, se prohibió a las Asociaciones cobrar a los usuarios de nuestros servicios para pagar a los monitores; lo que supuso quedarnos sin monitores, sin muchas de las actividades que impartían y sin medios de captar nuevos socios, pues para participar en los curso y talleres había que asociarse primero”.
En definitiva, la asociación plantea “que se queden las cosas como están, porque el local no es ninguna ganga, ya que no está insonorizado, el servicio no está adaptado y de vez en cuando se inunda por atasco de las bajantes del edificio”.ería trasladar la ludoteca a un lugar que no esté ocupado y se le sugirió el comedor o los salones del Centro de Mayores en la calle Hernán Cortés, que se hallan sin los servicios que se prestaban y sin intención de recuperarlos, o la antigua Casa de la Juventud, que está desocupada, sugiriéndole no tocar las cosas que funcionan.
Añade que si se quiere que las Asociaciones de Vecinos funcionen como órganos de representación y participación ciudadana, se les debe dotar de un local adecuado donde se pueda reunir un número importante de socios para plantear quejas y sugerencias o para programar actividades socio-culturales. Advierte que “lo contario supone condenarlas al ostracismo o abocarlas al cierre o disolución” y recuerda que hace siete años ya sufrieron “una florida estocada, cuando para evitar una supuesta competencia desleal a centros privados, se prohibió a las Asociaciones cobrar a los usuarios de nuestros servicios para pagar a los monitores; lo que supuso quedarnos sin monitores, sin muchas de las actividades que impartían y sin medios de captar nuevos socios, pues para participar en los curso y talleres había que asociarse primero”.
En definitiva, la asociación plantea “que se queden las cosas como están, porque el local no es ninguna ganga, ya que no está insonorizado, el servicio no está adaptado y de vez en cuando se inunda por atasco de las bajantes del edificio”.
