Sendino en su laberinto
La opinión de Ángel Santiago Ramos (21/9/2023)
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León
En la capital leonesa, la UPL consiguió en las pasadas elecciones un resultado superior al 19 % de los votos. Traducido a escaños, cinco concejales. Una cifra que le hubiera permitido conformar pacto de gobierno municipal a derecha o a izquierda. O, lo que es lo mismo, gobernar con el PP o hacerlo con el PSOE.
Por la razón que sea, nunca lo ha explicado con rigor argumental, el líder y portavoz del grupo, Eduardo López Sendino, facilitó la investidura del candidato socialista, José Antonio Díez, y el grupo leonesista apagó las luces largas. Se repite, pues, la misma película de la anterior etapa. Diez sigue con mando en plaza, presencia pública, señorío mediático y relato propio de un alcalde al que le gusta parte del boato regionalista.
El concejal Sandino, por lo que sea, el sabrá, quiere permanecer en el ostracismo, él y su grupo municipal que apenas salen de la oscuridad política a pesar de ser una gruesa llave que facilita o no la gobernabilidad.
Puertas adentro de la organización leonesista, atada atávicamente a las decisiones de su Consejo General, hace tiempo que algunos de sus miembros no entienden que el partido haya cometido el mismo error político que en 2019.
Tan alto lo han dicho, incluido el secretario general, que hasta el propio portavoz del grupo manifiesta no descartar mover las fichas que permitan o no que los leonesistas ocupen carteras de lo que sería un nuevo equipo de gobierno.
La bisoñez de un partido político como la UPL, o las razones de Sandino, lo cierto es que todo parece que los acuerdos actuales no van a servir para toda la legislatura. Que es posible que todo vuelva a empezar para evitar que las voces internas rompan el tímpano, entre otros, de los generales: secretario y vicesecretario.
Si se avanza en ello, todo será por la patria común que los acoge. Mientras, el grupo popular deambula sin saber quién de los suyos puso la bomba en su culo.
