Último adiós a Andrea Jiménez Encabo, símbolo de la lucha contra el cáncer infantil

Ávila

Este domingo nos llegó la noticia del fallecimiento de Andrea Jiménez Encabo, la joven abulense que durante años luchó contra un raro cáncer infantil y que fue imagen de campañas solidarias como la que lanzó la Fundación Juegoterapia en el año 2017 para concienciar sobre las necesidades de los niños hospitalizados.

Andrea, que nació en 2004, estudiaba Enfermería porque quería ayudar a paliar el sufrimiento de otros enfermos. Y ello pese a que en los últimos meses sufría dolores permanentes, problemas de equilibrio y parálisis de parte del cuerpo.

Y es que era una persona optimista y luchadora. Así la describía su padre, José Manuel Jiménez, en una entrevista con motivo de la campaña que se hizo esta primavera para recaudar dinero para financiar un nuevo tratamiento. "Yo no conozco a nadie con una mentalidad y optimismo mejor. De todo saca algo positivo. Esta noche no ha podido dormir, se ha levantado y se ha puesto a estudiar", decía.

En 2015, cuando tenía 11 años le diagnosticaron un meduloblastoma, un tumor cerebral que le afectó al cerebelo. Tras ser tratada, pasó dos años relativamente bien hasta que en 2019 el cáncer volvió a aparecer. Recibió varios tratamientos, con buena respuesta inicial, pero con recaídas después de un tiempo. El pasado mes de marzo le comunicaron que ya no había más tratamientos y su familia y amigos iniciaron una campaña para recaudar dinero y seguir con las terapias.

Ávila se volcó con ella y con Samuel, otro niño con la misma enfermedad. "Es abrumador el apoyo y la solidaridad que estamos teniendo", aseguraba su padre, agradecido. José Manuel Jiménez es policía local y sus compañeros le han arropado en todo este proceso. Distintos colectivos organizaron actividades solidarias. La más multitudinaria fue una carrera que se celebró el pasado 14 de mayo.

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Andrea ha fallecido muy joven pero ha dejado una profunda huella en quienes tuvieron la suerte de estar con ella y en quienes, sin conocerla, nos hemos sentido cercanos a ella y hemos admirado su resiliencia.