Una 'familia' de Oro en Aranda de Duero

Aranda de Duero

La puerta de la librería Siglo de Oro está abierta, metafórica y literalmente. Al cruzarla, se entra en un pequeño universo en el que todo es posible, y que junta a mayores y pequeños alrededor de la lectura. En la remozada Avenida Castilla se halla este negocio que desde hace casi 11 años regenta Susana, que recogió el testigo de la anterior dueña, dejando su papel en la piscina municipal. Pasó de nadar en el agua, a hacerlo entre cultura, libros, y el cariño de cientos de clientes. "Hay que intentar trabajar en lo que realmente quiere uno, en lo que te llena. A mí lo que siempre me ha apasionado es leer, escribir, y la papelería bonita", dice con su habitual sonrisa, entre que atiende a sus primeros clientes de la mañana: una ciudadana de Irlanda que se lleva muchos cuentos para pequeños, y otra ribereña que reconoce "fue mi mejor descubrimiento de la pandemia" y que recoge -previa llamada- una tira de rifas para la asociación de su localidad.

Una gran familia

Pero en el universo de Siglo de Oro hay mucho más. Los libros se los conoce al dedillo Susana, ya que "tengo que saber qué ofrezco a mis clientes", se van renovando constantemente, y si se acude en busca de uno que no esté en la estantería "te lo tengo al día siguiente a las 11 de la mañana". Pero a mayores se puede hallar un amplio número de material escolar, y sobre todo, pequeños regalos y currados detalles para los más pequeños de la casa. "Son una pasada y se hacen con muchísimo cariño. Alguno cuando lo ve en el escaparate piensa que son muy caros, pero la realidad es que el precio es muy bajo. Nos adaptamos al bolsillo de cada uno sin problema", reconoce la gerente de la papelería. "Tenemos muchos juegos también, y nos encanta cuidar la presentación. Hay más de 2.000 euros en bobinas de papel de regalo y hacemos cajas personalizadas para regalo sin cobrar nada por ello; lo hacemos con todo el amor del mundo. Entrar aquí es una aventura", añade.

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Algunos entran aunque sea a saludar. Porque Susana y su simpatía son uno solo, y como ella repite constantemente, "somos una gran familia". "Tengo a clientes a los que conozco desde el primer día. Y puedo decir que me sé los nombres de la gran mayoría de los que pasan por aquí. Algunos eran niños cuando llegaron y ahora ya estudian fuera; cuando regresan pasan a saludarme, y eso me hace mucha ilusión", explica.

Alma y magia

Son las dos palabras que más repite la gerente de Siglo de Oro, que ahora mismo se encuentra lógicamente con mucha ocupación por la reserva y compra de libros de texto de cara a la vuelta al cole. Esta librería avanza poco a poco en su tienda online, en un momento en el que estos negocios tienen que luchar contra grandes firmas como Amazon, a los que tristemente se acude en ocasiones para ahorrar solo unos céntimos de diferencia. "Amazon no aporta valor. Si yo me distingo de algo es por él. Si tienes un problema con un libro te lo voy a solucionar, no tienes que hacer reclamaciones, o ponerte en espera en un teléfono que nadie coge. Y luego nadie se da cuenta de que Amazon no paga impuestos en España, no contribuye a sus parados ni pensionistas. Y cuando haya que comprar un lápiz y nos pongan gastos de envío altos, nos acordaremos de las tiendas de barrio", lamenta, recordando que "hoy día es muy difícil sociabilizar; vas a un supermercado, te atienden rápido en la cola y apenas hablas, y aquí es que hay un trato personal, porque somos una familia, esta es la casa de los demás".

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Respecto al futuro, esta librería con glamour -como reza el decorado del interior del local y que puede visualizarse en la foto superior- espera seguir creciendo. "Quiero expandirme. Estoy desarrollando la tienda online, que ya está, pero tengo que seguirla ampliando con más productos, y crecer. No concibo la vida sin crecer, porque hasta el propio Universo lo hace. Pido que este sitio siga siendo un espacio de encuentro, que los niños lo tengan de recuerdo como el lugar en el que empezaron sus lecturas...", sentencia Susana, con la sonrisa que le caracteriza, y una puerta que siempre estará abierta para todos sus clientes; sus 'familiares'.

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La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.