"La cosecha de este año en la Ribera del Duero es la peor que conozco desde que estoy en el campo"

Ribera del Duero

Los agricultores de la Ribera del Duero ultiman su faena, que a estas alturas del año se centra en la cosecha. Salir por cualquier carretera de la comarca supone visualizar cosechadoras, tractores, alpacas y la retahíla de elementos que conforman cada verano esta tarea que, sin embargo, en 2023 viene marcada por la baja calidad y cantidad del producto, como explica el agricultor ribereño Javier Astigarraga. "La cosecha es rematadamente mala; el peor año que conozco y llevo muchos años. Hay alguna parcelilla más húmeda que ha salido decente, pero todas a pérdidas, en ninguna se puede sacar beneficio. La media de cosecha que estamos sacando en esta zona está en los 1.000-1.200 kilos cuando en un año normal deberían ser 3.500 kilos", asevera, lamentando que "los seguros de rendimientos no funcionan bien y a mucha gente no le sacia porque debe ser un desastre para que te den algo; habría que corregirlo para que al menos se cubrieran gastos".

En cualquier caso, y con las tareas de la cosecha a punto de finalizar, la vista está puesta en el viñedo y en el resto de cultivos de regadío, a los que habrá que virar se quiera o no. "El viñedo está presente todo el año, ya sea con la poda en verde, desniete, tratamientos... Si tienes que parar de cosechar para tratar las viñas es lo que toca. Y luego algunos tenemos patatas, otros remolacha, y eso el riego cada 7-8 días hay que estar en ello", apunta, aseverando que "con los últimos años y si el tiempo sigue así todos tendrán que irse al regadío a la fuerza, porque una cosa que no es rentable puedes aguantar uno o dos años pero más no". "Hay que convencer en todo caso a la gente, muchos son reacios y ya sabéis que en Castilla la gente pone trabas, sobre todo a la hora de soltar dinero", añade.

Por último, y cuestionado sobre el deseo que pide a quien se encargue de gobernar a la nación durante los últimos cuatro años tras las elecciones del pasado domingo, Astigarraga dice tenerlo muy claro, y se centra "en no darnos créditos que no podamos pagar, porque solo benefician a los bancos y a los notarios, queremos un dinero suficiente pero a fondo perdido, para la gente sobre todo que no pueda llegar a pasar el año".