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Atapuerca

Atapuerca augura un ''festival de hallazgos fósiles''

Termina la campaña número 45 en la sierra burgalesa con grandes expectativas para próximas excavaciones

De izda a dcha: Arsuaga, Santonja, Carbonell y Bermúdez de Castro / Fundación Atapuerca

Burgos

El pasado 17 de junio comenzaron las excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca dirigidas por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Durante este mes y medio, un grupo de más de 300 investigadores e investigadoras han participado en la excavación de los siguientes yacimientos: Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina, Penal, Cueva Fantasma, ─todos ellos ubicados en la Trinchera del Ferrocarril─; Cueva de El Mirador; en los yacimientos de Cueva Mayor: Portalón, Sima de los Huesos, Ciclopes y Galería de las Estatuas; así como en el lavado de sedimentos a orillas del río Arlanzón, a su paso por Ibeas de Juarros (Burgos).

Los resultados de la campaña de excavación en Sima del Elefante este año han sido muy positivos. Por un lado, se ha excavado la parte de los sedimentos del nivel TE7 en el que se recuperó el año pasado los restos de la cara del homínido que denominamos Pink. En estos sedimentos se ha recuperado un canto de río de cuarzo tallado. Esto significa que a poca distancia de los restos del hominino se ha localizado una de las herramientas que posiblemente utilizara este individuo o cualquier otro de su grupo. Este resultado es muy interesante sobre todo si se tiene en cuenta que todavía queda un importante grosor de sedimento del techo del nivel TE7 donde apareció Pink y al canto de cuarzo tallado. En consecuencia, el próximo año se continuará trabajando en esta zona del yacimiento y es posible que aparezcan nuevas evidencias de las actividades de los homininos en la sierra de Atapuerca hace más de un millón de años.

Por otro lado, el descubrimiento de un esqueleto de un pequeño carnívoro, así como una tortuga en el nivel TE6 indica que este nivel, identificado el año pasado, presenta restos paleontológicos. Estos son los primeros restos fósiles recuperados en este nivel, pero el próximo año se volverá a excavar en TE6 con el objetivo de localizar evidencias de actividad humana.

Galería

Los trabajos de excavación se han centrado en finalizar la Subunidad GIIIa con una antigüedad en torno a los 300.000 años. La siguiente Subunidad, la GIIb, aparece ya en prácticamente toda la superficie de Galería. A lo largo de esta campaña se han recuperado más de 1.300 restos faunísticos y 50 piezas de industria lítica. La fauna recuperada pertenece a ciervos, caballos y bisontes, tanto infantiles como adultos. La industria lítica destaca por la variedad de materias primas (sílex neógeno y cretácico, cuarzo, cuarcita y arenisca). Este año, además de lascas, percutores y pequeños útiles configurados, se han recuperado varios instrumentos de gran formato, entre los que destaca un bifaz de sílex neógeno. Con estos instrumentos, los grupos humanos llevaron a cabo tareas de carnicería (evisceración, descarnado y desarticulación de carcasas) encaminadas a facilitar el transporte de los animales caídos fuera de la cavidad. Al mismo tiempo, también se ha documentado el consumo in situ de otros recursos, al menos del tuétano, a partir de las abundantes evidencias de fracturación de huesos de herbívoros.

Gran Dolina (TD8, TD7 y TD6)

En el tramo medio del yacimiento de Gran Dolina se ha terminado de excavar la base de la unidad TD8, de la que quedaban todavía zonas con una alta densidad de fósiles, con la característica diversidad de especies (varios cérvidos, rinoceronte, oso, león y dientes de sable).

A continuación, se ha excavado la unidad TD7, con una antigüedad de 800.000 años. En ella, ha aparecido una concentración menos densa de fósiles, con una excelente conservación, y entre la que destaca una mandíbula completa de rinoceronte, o un carpo (huesos de la mano) de hipopótamo, con todos sus elementos en conexión anatómica. En este nivel la evidencia de presencia humana es prácticamente inexistente, aunque sí ha aparecido una pequeña lasca de cuarzo, que se suma a otra similar encontrada en 1994.

Y, tras levantar TD7, va apareciendo ya el techo de la esperada unidad TD6. La magnífica noticia es que este nivel se ha conservado en los 40 metros cuadrados que estamos excavando. Dicho techo presenta una característica superficie repleta de coprolitos de hiena, instrumentos de sílex y dos restos de hominino: un fragmento parietal y una falange del pie. Esta realidad augura para 2024, 30 años después del descubrimiento de Homo antecessor, el inicio de una nueva fase de campañas excepcionales.

Gran Dolina (TD4)

Durante la campaña de 2023, en el nivel TD4 de la Gran Dolina, se ha recuperado una gran variedad de restos de fauna, entre los que destacan los animales de gran talla tan característicos en este nivel. Los grandes protagonistas de este yacimiento, con una antigüedad aproximada de 900.000 años, son los rinocerontes, caballos, bisontes, ciervos y osos. Los restos presentan un amplio rango de edad de muerte, encontrando desde vértebras de neonatos de oso hasta los dientes de un viejo rinoceronte cuyo enorme desgaste le habría dificultado severamente la masticación. Los fósiles se encuentran en un magnífico estado de preservación y, algunos de ellos, se encuentran en conexión, como la columna vertebral con sus costillas o la extremidad anterior o “mano” de un rinoceronte con los huesos de la muñeca. Pero no todo son animales de gran talla. Esta campaña nos ha sorprendido con el hallazgo de un carnívoro pequeño, ancestro del lobo actual, o el cráneo y la mandíbula completos de Mustela palaerminea, uno de los mustélidos más pequeños que se conocen de esa época. Las marcas de corte encontradas en una costilla y un fragmento de sílex, ratificarían la presencia humana en la Sierra hace cerca de un millón de años.

Cueva Fantasma

En Cueva Fantasma los trabajos de excavación de la campaña 2023 se han centrado en los sectores del yacimiento. En el sector de Cueva Fantasma se ha intervenido sobre los niveles CF26 y CF25. En CF26 se ha recuperado una importante colección de instrumentos líticos como lascas de sílex, arenisca y cuarcita, así como productos levallois (lascas laminares). En CF25 se ha localizado una acumulación de huesos de grandes dimensiones. En estos huesos aparecen marcas de actividad humana (como la fractura para la extracción de médula ósea) y hay otros que han sido regurgitados por las hienas. En este nivel se han identificado muy pocas piezas de industria lítica, pero destaca una punta levallois de arenisca.

La industria lítica y los huesos intervenidos prueban la presencia de los neandertales, pero sus visitas en esta zona son muy esporádicas.

A unos metros de la entrada norte se ha excavado en una pequeña covacha. En esta covacha se han retirado las capas estériles superiores y se ha excavado el nivel CF26. En este nivel se han encontrado huesos largos de varios animales, así como lascas y raederas de sílex.

En el otro sector, Sala Fantasma, se ha intervenido sobre los niveles SF32, SF31 y SF30A. El nivel SF32 contiene materiales del holoceno, como cerámicas de la Edad del Bronce. El nivel SF31 contiene fauna y numerosos espeleotemas. El nivel SF30A contiene una gran acumulación de restos de caballos y ciervos consumidos, roídos y muy alterados por las hienas (es una zona de cubil de hienas). También se han recuperado huesos de hiena, león, oso, perro, marmota o bóvido, entre otros.

Cueva de El Mirador

En la cueva de El Mirador se han excavado niveles del neolítico antiguo, con una antigüedad de cerca de 7.000 años, ricos en restos de cultura material, principalmente cerámica e instrumentos líticos, y en restos óseos de especies domésticas. Destacan, junto a las habituales ovejas y cabras, la abundante presencia de restos de caballo, poco comunes en este periodo, que ayudaran a completar los estudios genéticos sobre los équidos peninsulares que se están llevando a cabo en El Mirador.

Por lo que respecta a los elementos de cultura material, sorprende la gran variedad y riqueza de instrumentos líticos y ornamentos personales recuperados, algunos de ellos elaborados con materias primas poco comunes, cómo el cristal de roca, o traídos de lugares lejanos, cómo un sorprendente colgante de ámbar. Muestras de la riqueza y amplios contactos comerciales de las primeras comunidades de ganaderos y agricultores que se establecieron en la sierra de Atapuerca.

Cueva Mayor / El Portalón

En El Portalón de Cueva Mayor, desde el año 2014 venimos excavando dos áreas distintas, una correspondiente a momentos de la Edad del Bronce y otra al periodo Neolítico.

Dentro de la cultura material recuperada en los niveles neolíticos, datados alrededor de hace 7300 años, encontramos un área de actividad centrada en la realización de decenas de fuegos/hogares para, por ejemplo, el procesado de comida o el tratamiento térmico del sílex a la hora de tallarlo. Cabe destacar también la excavación de un suelo de arcilla cocida acondicionado para vivir y que por su antigüedad es uno de los primeros realizados con esta técnica: “pusieron debajo unas ramas, les prendieron fuego y sobre ellas fueron depositando la arcilla para estabilizar la zona”. Los animales consumidos son tanto domésticos (vaca, oveja) como salvajes, sobre todo caballos, lo que demuestra una explotación mixta de los recursos animales (ganadería y caza).

Además, se encuentran también útiles en hueso como punzones y agujas, algunos elementos de adorno como cuentas de conchas marinas, además de abundantes fragmentos de cerámicas, algunas finamente decoradas. Se han encontrado también abundantes herramientas en piedra como pequeñas láminas de sílex, percutores, molinos, hachas pulidas, etc.

Del conjunto de cultura material correspondiente a la Edad del Bronce, hace unos 3000 años, podemos destacar la excavación, este año, de un nivel muy rico en restos arqueológicos, con abundantes hogares y una importante cantidad de fragmentos óseos y cerámica lisa junto a otros decorados y de fina factura. La industria lítica está representada por abundantes fragmentos de sílex, cuarcitas y areniscas. La fauna doméstica está representada por ovicáprinos, cerdos y algunos restos de caballo, y la salvaje sobre todo por ciervos y corzos.

Sima de los Huesos / Sala de los Cíclopes

En esta campaña se ha profundizado la cata de la gran Sala de los Cíclopes donde se habían encontrado restos de oso en años anteriores. La Sala de los Cíclopes está en el camino de la Sima de los Huesos y los osos y humanos tuvieron que atravesarla para llegar a la Sima, donde se acumularon sus cuerpos.

En la Sima de los Huesos se han excavado los niveles superiores que contienen solo huesos de osos con el objetivo de preparar la excavación del año 2024 en los niveles con fósiles humanos.

Galería de las Estatuas Exterior

Se ha excavado el nivel superior de cierre de la boca de la cueva, que contiene ocupaciones neandertales. Se han encontrado numerosas lascas, restos de talla y núcleos de sílex que indican que en ese lugar se confeccionaban utensilios. También han aparecido restos de herbívoros consumidas por los neandertales.

Laboratorio de lavado de sedimentos de la Trinchera en el río Arlanzón

Durante la campaña de excavación de 2023 de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, se han procesado aproximadamente 25 toneladas de sedimento a orillas del río Arlanzón (Ibeas de Juarros). De la gran cantidad de material lavado y tamizado, destaca en los yacimientos de la trinchera del ferrocarril la presencia de todo tipo de pequeños vertebrados (aves, anfibios, reptiles, musarañas, topos, erizos, murciélagos y roedores).

Lo más destacado ha sido la vuelta a la excavación del yacimiento de Trinchera Penal donde se han recuperado de los niveles TP5-TP8 restos de roedores extintos (Fig.1), como Mimomys savini, Allophaiomys chalinei, Microtus (Terricola) arvalidens o Microtus (Iberomys) huescarensis. Una asociación que aparece también en los niveles del Pleistoceno Inferior del yacimiento de Gran Dolina de TD4 a TD6. También hay que resaltar que se ha comenzado a procesar sedimento procedente del nivel GII del yacimiento de Galería, revelando por el momento una asociación muy rica dominada por la presencia de anfibios. De entre los nuevos descubrimientos en el resto de los yacimientos, destaca la aparición de un hámster extinto en el nivel TD4-2W (Fig. 2), probablemente perteneciente al género Allocricetus, que hasta el momento no se había identificado en el Pleistoceno Inferior de la Sierra de Atapuerca, aunque si aparece la especie Allocricetus bursae en los niveles del Pleistoceno medio de Gran Dolina, Galería y Sima de los Huesos. En TD4.2W se confirma también la presencia de Corvus pliocaenus, una especie extinta de cuervo que ya había sido identificada en la Sima del Elefante, donde durante el procesado del nivel TE7 de esta campaña se han recuperado numerosos restos de la misma especie.

 
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