"Yo estaba en un pozo y ahora estoy fuera": Salud Mental reivindica la continuidad del programa de Apoyo Psicosocial a Jóvenes

Aranda de Duero

Este viernes se impulsa un concierto solidario en Inacua para recaudar fondos que permitan dar continuidad a un programa impulsado desde Salud Mental con una atención específica a los jóvenes. Los resultados han sido óptimos y la necesidad de seguir invirtiendo en estas acciones es algo que se reclama desde este colectivo.

En 2022 nació el programa de Apoyo Psicosocial para jóvenes. Además del apoyo de la Fundación Alcampo, para su financiación, entró de lleno la concejalía de Acción Social que entendió que se trataba de una inversión en salud. Cristina Valderas cerró un acuerdo con Salud Mental de 40.000 euros además de poner a su disposición instalaciones, que permitió incorporar a dos psicólogas para desarrollar esta iniciativa. En septiembre expira este convenio y desde Salud Mental reclaman que el actual equipo de gobierno, que tiene que decidir si mantiene esta línea de actuación, lo renueve conscientes de que, no solo era una acción necesaria sino que sigue habiendo lista de espera de jóvenes que necesitan esta ayuda.

Blanca Cuesta es una de las psicólogas que ha formado parte de este programa y ha explicado este miércoles en la SER que “si nos remontamos un poquito a después de la pandemia, empezaron a llegar muchas llamadas a la asociación y también gente que venía un poco preocupada porque los pequeños de la casa y los jóvenes adolescentes tenían secuelas. Notaban a sus hijos aislados socialmente. Teníamos un programa para adultos pero no para este perfil de la sociedad. Hicimos un buen proyecto pero ahora en septiembre nos quedamos sin financiación”.

A través de este programa, Blanca Cuesta explica que se “dan recursos y herramientas a los jóvenes para resolver esa situación de aislamiento. No es un programa dirigido a personas de familias desestructuradas. Son prejuicios que provocan que jóvenes que lo necesita, puedan tener cierto vértigo a acudir. Hay gente muy diversa. Queremos visibilizar que este trabajo es necesario como tratamiento y como prevención. Hay mucha gente atendida entre los 7 y los 25 años y hay lista de espera. Y el proyecto se acaba en septiembre porque hay que poner medios económicos. Hay que llamar a todas las puertas para recibir ayuda y estamos pendientes de este nuevo equipo de gobierno”.

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Usuaria del programa

Marian es una joven que ha relatado en la SER su experiencia en este programa. Le ha aportado “tranquilidad y estabilidad". "Yo entré prácticamente en un pozo y a día de hoy estoy fuera gracias a poder participar de este proyecto desde el principio. Yo no lo busqué porque desconocía que existía, me lo ofrecieron, y las terapias individuales y grupales me han permitido evolucionar como persona. Yo era consciente de estar en ese problema pero no tenía los medios necesarios para ayudarme. En Aranda no hay atención infanto-juvenil psiquiátrica. Solo hay asociaciones. Una persona que necesita apoyo tiene que buscar programas como este de Salud Mental”.

Con tan solo 15 años, en su entorno “nadie podía entender que yo tuviera problemas. Y realmente no importa la edad. Yo tenía problemas de que nadie me entendía por qué estaba triste". "Mi entorno no me entendía y siempre es un tabú hablar de un problema de salud mental. Te encierras y no sabes cómo buscar ayuda. En este programa me han ayudado a quererme a mí misma, superar la ansiedad, aprender a controlar mis impulsos. Ten dan recursos para aplicar a tu vida. Me han dado una herramienta para entender mi vida”, concluye.