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EL RINCÓN DEL GOURMET

Pescadería Charo: una pasión en Aranda de Duero que va de madre a hija

Conocemos la historia de Pescadería Charo, un negocio que lleva varios años en la capital ribereña y que conforman la propia Charo y su hija Patricia

Una pasión en Aranda de Duero que va de madre a hija

Una pasión en Aranda de Duero que va de madre a hija

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Aranda de Duero

Patricia cada mañana tiene una rutina que repite desde hace años: se pone el delantal, prepara el género, y comienza a trabajar codo con codo con... su madre. Esa es una de las muchas peculiaridades que hacen de Pescadería Charo un lugar más que especial, a parte de familiar. Y es que aunque Patricia no conocía el mundo marino hace unos años, ahora casi lo detalla al dedillo gracias a la mejor educadora que ha podido tener para todos los ámbitos de su vida, Charo. Este negocio, que se ubica en la única galería de alimentación de Aranda, en plena calle San Francisco, lleva casi una década de vida y se ha asentado con fuerza entre una variada y amplia clientela. "En marzo de 2014 mi madre se encontró en paro, y yo acaba de terminar mis estudios en algo que nada tenía que ver con el sector. En casi tiempo récord decidimos crear nuestro propio negocio, lanzándonos juntas con mucho vértigo, pero con mucha ilusión. Y nueve años después podemos decir que seguimos vivas", dice entre risas.

¿Cómo es trabajar con una madre?

"Es maravilloso y no tan maravilloso a la vez", responde Patricia. "Al ser madre e hija nos compenetramos muy bien por horarios e ideas, pero a veces tenemos alguna discusión, sin llegar nunca la sangre al río", añade, aunque reconoce que "yo siendo joven siempre me gustó estar de cara al público, y emprender siempre fue algo que quería llevar dentro", y "qué mejor que aprender un oficio de mano de ella". "Es verdad que nosotros no pertenecíamos a este barrio siquiera, no conocíamos a la gente, pero desde el primer momento nos trataron de maravilla y el boca a boca fue maravilloso", comenta, valorando positivamente la ubicación del negocio en una galería de alimentación en la que quien pueda ir a la frutería o carnicería, puede animarse también a coger cualquier tipo de pescado.

Charo, atenta al cliente

Charo, atenta al cliente / cadena ser

Charo, atenta al cliente

Charo, atenta al cliente / cadena ser

Apoyo

Aunque los inicios no fueron fáciles, muchas empresas ayudaron a Pescadería Charo a que fuera una realidad. "Mi madre al final al haber trabajado en una empresa de aquí y conocer a firmas del sector, descolgando el teléfono y contando nuestro emprendimiento ayudó a que nos asesoraran para dar cada paso. Nos guiaron mucho y es de agradecer, porque ella tenía una experiencia, pero no es lo mismo trabajar para alguien que tener que tomar tus propias decisiones, en un lugar que además no conoces", detalla Patricia, agradecida.

El pescado

El transporte del género ha cambiado mucho. El pescado de calidad llega a Aranda, algo impensable hace años. "Ahora hay transportes especializados que tras comprarse el pescado en lonja viajan directamente. Trabajamos con empresas de Aranda que recepcionan aquí ese género, igual que tenemos gente en lonja que nos comenta los precios, y cuando lo compramos nos lo mandan en transporte nocturno; en menos de 24 horas está aquí y en perfectas condiciones. Es una maravilla porque el pescado llega recién salido del mar. Sé que no es lo mismo comerse un pulpo en Galicia o una gamba de Huelva junto a la playa, pero ese mismo género hemos conseguido tenerlo aquí, en Aranda", asevera.

La gama de género es amplísima en Pescadería Charo

La gama de género es amplísima en Pescadería Charo / cadena ser

La gama de género es amplísima en Pescadería Charo

La gama de género es amplísima en Pescadería Charo / cadena ser

Lo que más se vende "son los boquerones en vinagre, por una receta de mi madre que están exquisitos", pero también "el calamar fresco, la merluza, el pulpo cocido nuestro, y también para tema de niños por texturas y sabores, el coreano, o la merluza fileteada, sin espinas ni piel". Ahora explica que termina la temporada del atún -les llega directo desde Isla Cristina- y comienza la del bonito del norte. Aunque por otro lado, "el marisco también es es muy demandado", sin ir más lejos para las paellas.

Trato personal

En Pescadería Charo limpian completamente el pescado, quitando espinas y escamas, con pedidos a demanda y un trato mucho más personalizado que en las grandes superficies. "Su método de trabajo no tiene nada que ver con el nuestro, el cliente aquí viene para sentirse como en casa, y casi no tiene que explicarte lo que necesita porque ya lo sabes. El trato personalizado es algo único que a la gente le gusta; el no ser uno más", reconoce.

Patricia ha aprendido a marchas forzadas de pescado, pero si tiene algo claro es que "estoy muy feliz por lo que hago". Y no solo por haber aprendido un nuevo oficio que le ha cambiado la vida, sino también por estar al lado de la mujer que le dio la vida, una salvavidas con la que saltó al mar... para pescar el éxito.

La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.

Jorge Alvarado

Jorge Alvarado

Periodista. Responsable Digital de la SER en Aranda. Presentador de Hoy por Hoy Peñafiel y El Banquillo...

 
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