Orgullo

León

Llega el calor sin tasa a la par que otros fuegos infernales , devenidos estos no del cambio climático que niegan los primos de Rajoy y sus apóstoles, sino de las lumbreras democráticas que entregan el gobierno del común a quien sólo atenderán los intereses de la secta .

Regresa con la canícula juliana la España en Blanco y negro tan querida por los sacerdotes de la melancolía y todo apunta a que las largos días de junio pronto darán paso a una oscuridad larga y fría, a un invierno lleno de miserias .

Lo del Orgullo y las banderas es sólo un síntoma más de esta peste, pero no es irrelevante: los esfuerzos sin fin en todo tipo de instituciones por impedir la enseña arcoíris retrata el yihadismo moral de esta tropa, la intolerancia de sus ideas y la batalla que están dispuestos a dar para convertir su Biblia en el libro de cabecera de todos los súbditos , que ya no ciudadanos. Ver al ínclito Pollán, otro leonés para la historia de la infamia, amenazar con quitar

por la fuerza la bandera que han colgado los chicos de Tudanca de sus despachos en las cortes es terrible a la par que patético.

Y qué decir de ese inspector de la Policía Local murciana que para un concierto porque la cantante muestra sus tetas. Hasta aquí podíamos llegar dice su informe. Una miscelánea de retraso intelectual, desconocimiento legal y estilo mugriento que haría salivar al mismísimo Claudillo.

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Lo que resulta pornográfico no son dos tetas liberadas, sino la imposición de un catecismo que deja fuera del gozo divino a millones de ciudadanos, el regreso sin maquillaje a una patria peor, más pequeña y vieja, que desprecia a sus hijos.

A veces me pregunto qué pasará por la cabeza de los miles de homosexuales que militan en el PP y en VOX , que los votan , que son cargos relevantes, qué pensarán de estos sodomitas que nos gobiernan y , sobre todo, cuánto tardarán en salir del armario de esa infamia.