Ponferrada, una semana negra

León

Conocíamos esta semana que la Fiscalía considera que Pedro Muñoz, mentor del partido Coalición por El Bierzo, intentó matar a su esposa tirándola por el balcón y golpeándola después reiteradamente con un palo, además de propinarle patadas y puñetazos.

Es literal de las conclusiones de la Fiscalía, que le pide para él 18 años y 9 meses de prisión. La mujer, compañera del mismo partido político que el encausado, había sufrido previamente continuas agresiones emocionales y físicas. Hoy está parapléjica. El relato de calamidades nos permite imaginar lo más cercano al infierno.

Nunca, ninguno de los miembros de Coalición por El Bierzo, han abierto la boca para denunciar ni uno solo de los numerosos hechos de los que, a juicio del Ministerio Fiscal del caso, existen testigos y pruebas que así lo acreditarían. El caso está pendiente de juicio en la Audiencia Provincial de León.

Pedro Muñoz, enfermero de profesión, y con una profusa y difusa actividad política, era concejal del ayuntamiento de Ponferrada cuando sucedieron los hechos que lo llevaron a la cárcel de manera provisional. Desde hace un año está en libertad condicional.

Es decir, para los dos concejales bercianistas no es un problema enmudecer en materia de violencia de género y sumarse al acuerdo de los populares y de los neofascistas de Vox para gobernar el ayuntamiento de Ponferrada.

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La capital del Bierzo, aparte de otros asuntos de interés económico, regresa al peor de los pasados en materia de derechos humanos y sociales. Siempre se puede empeorar.

Para limpiarle la cara al acuerdo, los concejales de Vox no estarán en el equipo de gobierno. Se inventan un chiringuito para la portavoz, Patricia González. Un chiringuito con dos institutos, uno de Cultura, ¡cómo desprecian la cultura las derechas¡, y otro de Formación y Empleo.

Una tierra tan hermosa, El Bierzo, y sin embargo qué personajes tan siniestros nos regala a veces.