De Ávila al ombligo del mundo
Gema y Alex, originarios de Gredos viven desde hace un año en Santo Tomé y Príncipe
Abulenses por el mundo: de Gredos a Santo Tomé y Príncipe
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Ávila
Todo comenzó hace un año, tras la boda de Gema Aldanondo y Alejandro Chamorro, ella originaria de Navarredonda de Gredos y él de Hoyos del Espino. "No sabíamos donde irnos de luna de miel. Siempre habíamos tenido una espinita de querer hacer algo de misiones. Era la oportunidad para juntar días entre el permiso de boda y las vacaciones para irnos a algún lugar perdido del mundo. Así es como acabamos en Santo Tomé y Príncipe, colaborando con una organización católica. Pero no sabíamos ni donde estaba" dice Gema.
La experiencia y el país les gustó tanto que buscaron la manera de quedarse. Gema es ingeniera química y durante esa estancia conoció las necesidades de abastecimiento de agua que tiene el país. A través del Consulado de España supo de una empresa española que trabajaba en la zona y que necesitaba un ingeniero para un proyecto en la isla de Príncipe. Los deseos de la pareja se unieron a la posibilidad de trabajar y allí regresaron.
"En materia de agua está todo por hacer. Se trata de llevar el suministro a comunidades donde, a día de hoy, tienen que seguir yendo las niñas a los arroyos a recoger el agua. Es además una labor que realizan sobre todo ellas, lo que las impide al final ir a la escuela" añade Gema. Además, en estas islas, no tienen formación en ingeniería hidráulica por lo que su presencia es fundamental para conseguir mejorar el abastecimiento y el tratamiento de agua que evite la aparición de enfermedades y ayude al desarrollo del país. "Cuando me decían que por qué me iba a uno de los países más pobres del mundo yo les decía que me había hecho ingeniera para cosas como esta" añade.
Ambos dejaron sus trabajos en España y se fueron a África. Alex no ha conseguido todavía un empleo pero colabora con la ONG Filhos Sao Tomé e Principe que "intenta crear ocio y valores a través del deporte. Se centra en niños y niñas que están en escuelas de fútbol y atletismo" dice.
Santo Tomé y Príncipe es un pequeño archipiélago de islas situado en el Golfo de Guinea, en el centro de África. Es uno de los países más pequeños del mundo con 964 kilómetros cuadrados donde viven algo más de 200.000 personas. Fue colonia portuguesa hasta su independencia en 1975. Aparte de la población autóctona, allí viven varios miles de portugueses y once españoles, entre ellos Gema y Alex.
Las islas cuentan con una riqueza medioambiental que les convierte en un lugar paradisiaco. "Hay algunas playas totalmente salvajes con palmeras verdes hasta la entrada del mar, con un agua azulado y verdáceo, arena finísima. Hemos visto desde la costa a ballenas con sus crías. El agua calentita. Pero lo que más justifica el calificativo de paradisiaco es que no hay nadie. Vas a esas playas y estás tú y las tortugas. Es una cosa increíble" dice Gema que añade medio en broma que los portugueses se tienen muy bien guardado el secreto.
Precisamente uno de los motivos es el escaso desarrollo de la industria turística, uno de los potenciales económicos de una nación muy pobre. Hay algún hotel y resort de empresas portuguesas y, últimamente, los grupos españoles también están invirtiendo allí.
"El país no reúne las condiciones básicas. No tiene en muchas zonas ni agua corriente ni electricidad constante ya que va con generadores y hay muchos cortes. Esto les impide tener una alimentación equilibrada, poder tener comida en la nevera. Viven día a día. Viven de la pesca, de recolectar fruta en la selva. También hay mucha diferencia entre las zonas rurales y las ciudades. El sueldo que hay es de unos 70 euros al mes pero aquí no se produce nada por lo que todo es de importación. Esto hace que los precios sean como en Europa más el costo de transportarlo lo que hace que muchos no se lo puedan permitir" dice Alex.
Pero a pesar de las dificultades "la gente es super humilde, te dan todo. Tienen una alegría que nos enamoró, la manera en que viven y afrontan la realidad. Simplemente con estar allí ellos te lo agradecen" Y a pesar de todos estos hándicaps, el país es muy seguro. "A nivel de robos, de inseguridad, de mendicidad, no hay ningún peligro. Yo voy andando por la calle y no tengo miedo. No hay iluminación y, si vas por la noche con el coche, el mayor peligro es que te caigas en un agujero ya que las carreteras están muy mal. La gente además te ayuda" señala Gema en contraste con otros países africanos donde existe una gran inseguridad.
Para comunicarse no han tenido problemas al ser el portugués la lengua oficial aunque hay zonas de las islas con dialectos con los que es más difícil entenderse. Un aspecto donde les ha costado acostumbrarse es el de la alimentación. "Está basada en arroz y pescado, Con mucha variedad de peces. También lo acompañan con el plátano. Son los tres ingredientes básicos. Para nosotros ha sido difícil. Lo del jamón no es un tópico. Nos llevamos chorizo, salchichón y jamón de Gredos y cuando por lo noche nos cortamos unas lonchas ... ¡Es maravilloso el sabor!" dicen entre risas.
El carecer de muchos productos hace que cuando llegan los barcos al puerto con los suministros sea una fiesta. "Hay semanas enteras que no hay harina con lo que no hay pan. O no hay arroz con lo que falta la otra base de la alimentación. Así que cuando ves los contenedores estamos todos contentos porque vas a la panadería y sabes que vas a tener pan aunque tengas que guardar una cola larguísima. Esta es una de las cosas del tercer mundo" dice Gema.
Santo Tomé y Príncipe tiene además el conocido como 'ombligo del mundo', el lugar en que coinciden la línea del ecuador con el meridiano de Greenwich.
Gema Aldadondo y Alex Chamorro nos acompañaban esta semana en el espacio Abulenses por el Mundo de Hoy por Hoy Ávila.
Luis Sánchez
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Redactor en Ser Ávila...