En Castilla la salud no importa

León

Para el consejero de agricultura de la Junta de Castilla y León, un tal Gerardo Dueñas, la protección de la salud pública no es tan importante como requieren las legislaciones nacionales, europeas y avala la OMS.

Dueñas, miembro del partido ultra que cogobierna la Comunidad junto al PP, antiguo gerente del sindicato Asaja, ha promovido normativamente la relajación de los controles veterinarios que, de acuerdo con la legislación vigilan el adecuado saneamiento ganadero.

Entre otros peligros, la cabaña ganadera está expuesta a la proliferación de la bacteria de la tuberculosis. Altamente contagiosa, también en humanos, hay sobradas razones técnicas y científicas para cumplir fielmente la ley. Cosa que así hacen los veterinarios y el personal de la propia Junta. Como no podía ser de otra manera.

Esta semana, ganaderos amigos y excompañeros sindicalistas salmantinos del consejero Dueñas trataron de asaltar (un verbo que hace camino en la extrema derecha mundial), digo, intentaron asaltar la Delegación de la Junta en la capital charra. El balance de la acción, 11 policías y 1 asaltante heridos y un detenido.

Estos señoritos, como los seguidores de su santidad Ayuso, quieren libertad. ¡Qué manera de pervertir esta hermosa palabra ¡. Quieren la libertad para saltarse las normas que protegen nada menos que nuestra salud y el buen nombre de la industria cárnica de la Comunidad.

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Y lo peor es que están inducidos, protegidos y espoleados por todos los altos cargos políticos de Vox en el gobierno de la esfinge Mañueco. Un escalón más en el triste panorama del peor de los gobiernos que han padecido estas tierras.

Disculpas por la personalización, pero no me cansaré de repetir que cada día está más lejos ese gobierno de Castilla de lo que viene tras la copulativa que completa en nombre de esta Comunidad. Y lo firmo yo que, salvo para la historia, en nada me conmueve lo que venga de las patrias viejas.