Se necesitan artesanos y productores de cercanía para el mercadillo de Santa Catalina
La asociación de comerciantes del barrio se ofrece a facilitarles los trámites para participar en esta cita dominical
Aranda de Duero
La Asociación de Comerciantes de Santa Catalina hace un llamamiento a artesanos y productores de alimentos de cercanía para dar contenido al mercado dominical que está en trámites de establecerse en el barrio.
Después de varios años luchando por ello y tras la lenta tramitación que caracteriza al Ayuntamiento de Aranda, el proyecto parece que ha cogido velocidad de crucero. La concejal de Comercio decía hace varias semanas que este mes de junio podría ser ya una realidad y lo cierto es que el martes ya se abrió la veda para entregar las solicitudes y optar al reparto de los puestos. Los vendedores ambulantes, como los que acuden cada sábado al mercadillo del barrio Allendeduero, que disponen de una cuota del 45% de ocupación de este nuevo proyecto, han respondido masivamente, pero no ocurre lo mismo con los artesanos, coleccionistas y personas interesadas en vender productos agroalimentarios de este entorno, que son los que darían el sentido que motivó a la asociación a promoverlo. “Estamos necesitados de ellos para hacer el mercado, que es lo que queríamos nosotros, es por lo que luchamos por nuestro mercado artesanal y de productos de la tierra”, explica Loli Redondo, presidenta de la asociación.
La asociación les invita a que acudan a la OMIC a informarse para poder participar también en esta cita semanal y se ofrece a facilitarles las cosas, entendiendo que el hecho de tener que estar dados de alta como autónomos puede ser una traba. Cabe la posibilidad, por ejemplo, de integrarse en alguna cooperativa. La presidenta de este colectivo de comerciantes del barrio explica que los cada uno de los puestos asignados puede albergar hasta cuatro vendedores diferentes que podrían ir rotando semanalmente. De esta manera, los artesanos tendrían más margen para fabricar sus artículos y venderlos una vez al mes y los clientes encontrarían más novedades cada vez en esta cita, que pretende albergar también talleres y otras actividades de animación, como las que hubo este fin de semana en el mercado de las flores de la plaza Obispo Acosta. “Se pueden poner hasta cuatro expositores en un mismo puesto para que no sea tan aburrido entre comillas el estar todos los domingos viendo lo mismo; entonces lo que queremos es que haya una variedad cada domingo, que venga la gente y vea que hay distintas opciones de compra de artesanía y de actividades, porque cada domingo vamos a intentar que haya distintas actividades”, insiste la presidenta.
Después de llevar varios años de espera, llegados a este punto la asociación no quiere que los acontecimientos se precipiten y al final este mercado dominical se convierta en algo muy parecido al de los sábados, con sus mismos problemas. Por eso Juan Carlos Quintana, miembro de la junta directiva, insta al Ayuntamiento a que ate bien los cabos antes de ponerlo en marcha para que haya un adecuado control de que los vendedores estén al corriente del pago y cada uno de ellos se ocupe de dejar limpio el espacio que le corresponde sin que el Ayuntamiento tenga que gastarse un dineral en ello. “Queremos que sea un mercadillo con una inspiración Europea y con un protocolo de seguridad, un protocolo de limpieza de higiene y la figura del placero es muy importante para ello y es algo que no está: está todo muy retrasado y entiendo que tenemos que seguir trabajando en ello antes de empezar a funcionar”, advierte.
En cuanto a la distribución, está previsto que los puestos de artesanos, coleccionistas y productores de cercanía ocupen el patio del Centro Cívico Virgen de las Viñas y el resto de los vendedores se ubiquen en la acera de la L que forman este recinto en la Avenida de Burgos y calle Fernán González.