Tiempo de milagros

León

Hasta el 28 de mayo, vienen semanas llenas de prodigios , que nos dejarán cada día un milagro, una aparición o la promesa de un orgasmo infinito.

De la aparición/ desaparición de nuestra Marga en la Plaza de San Isidoro para presentar su lista/no lista ha quedado ya todo dicho por los exégetas de la irrealidad, salvo quizás que la candidata parecía una Dolorosa por la cuesta del Grial , escondida tras una llamada telefónica en la que no había nadie al otro lado. La curia de la gaviota ya había sacado encíclica dejando claro que el dogma y los nombramientos de arciprestazgos y canonjías es materia exclusiva de Mañuequis y sus apóstoles. Marga quiso mostrarse como la experta en cafés , cual Juan Valdés legionario, pero lo único que ha conseguido es una lista torrefacta desde los despachos y un ridículo bochorno que la acompañará hasta la llegada del Cuarto Milenio.

Y qué decir del despelote identitario del tránsfuga Pastrana en plena Plaza Mayor, denunciando el robo secular de la Yunta que deja al reino en bragas década sí y década también. No merece la causal nacional esa exhibición de lorzas tan poco apolíneas, y atenta contra la consabida valentía legionaria ese pudor final , ese striptease interruptus, que queda frustrado por unos guayumbos y calcetines negros, sin mostrar el pendón o pendoneta reivindicativa , dejándonos al vulgo expectante, a medias, como siempre.

Desde aquí te lo digo, Nicanor, así no hacemos patria, ladrón.