La Soria ¡YA!, satisfecha por la respuesta ante la manifestación por la sanidad
Más de 2.000 vecinos secundaron la convocatoria de la plataforma en protesta por la gestión sanitaria de la Junta, que sigue acusando a los sorianos de 'victimistas'
Un momento de la manifestación convocada por la plataforma Soria ¡YA! contra la gestión sanitaria de la Junta. / Cadena SER
Soria
La plataforma Soria ¡YA! logró concitar este pasado viernes a más de dos mil vecinos en la manifestación convocada contra la gestión sanitaria de la Junta de Castilla y León bajo el lema la Junta nos pone enfermos. Fernando Arévalo, uno de los portavoces de la plataforma se muestra “satisfecho”.
Fernando Arévalo (Portavoz Soria YA) - Satisfechos concentración
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Del mismo modo, afirma que desde la plataforma están cansados del discurso esgrimido desde el ejecutivo regional, recientemente a cargo del presidente Fernández Mañueco y del consejero de Sanidad Alejandro Vázquez, sobre el “victimismo” de los sorianos.
Fernando Arévalo (Portavoz Soria YA) - Victimismo de los sorianos
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Y con respecto a los sorianos y su participación en este tipo de actos, como respuesta a la situación de la provincia, considera Arévalo que sigue habiendo una clara concienciación sobre la situación sanitaria.
Fernando Arévalo (Portavoz Soria YA) - Concienciación situación.
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El Manifiesto de Soria ¡YA!
Muchas gracias por sumaros a esta concentración por la sanidad en Soria. Muchas gracias a las personas que habéis venido desde los pueblos de la provincia. Gracias por acudir, una vez más, al llamamiento de Soria ¡YA!.
Volvemos a las calles porque creemos firmemente que a los sorianos y sorianas nos sobran los motivos para exigir a la Junta de Castilla y León ser tratados igual que el resto de ciudadanos de la Comunidad, para denunciar la situación de la sanidad en nuestra provincia.
Son muchas las personas que se han dirigido a Soria ¡YA! para contarnos su caso y protestar por la pésima gestión de los responsables del Sacyl en la provincia de Soria, con su gerente y la delegada territorial de la Junta como principales responsables.
Gestión que no sólo sufrimos los sorianos y sorianas, también los profesionales sanitarios que tienen que lidiar, en muchas ocasiones, con la falta de recursos materiales y humanos suficientes para desempeñar su trabajo en las condiciones que desean.
Estamos a un paso de que la sanidad en la provincia colapse por la falta de profesionales, y ante la cantidad de jubilaciones previstas para los próximos años, desde la Junta no están tomando las medidas necesarias para adelantarse a este problema en ciernes y del que es muy consciente.
La realidad en Soria es que para el periodo 2025-2026, podrían jubilarse 145 de los aproximadamente 475 médicos que ejercen en Soria. Más de la mitad de los facultativos de la provincia cuentan con una edad de 56 años o más, según los datos del Colegio de Médicos de Soria.
Un hecho que se agrava por la falta de facultativos MIR que elijan Soria para terminar su formación y que podrían ser su relevo. De las 15 plazas MIR de médicos de Medicina Familiar y Comunitaria que se concedieron a Soria en 2022, 10 quedaron vacantes. Somos la provincia de España en la que más plazas MIR de médicos de familia quedaron sin cubrir en 2022. Soria, Teruel, Ceuta y Melilla son los únicos territorios de nuestro país que no asignaron ninguna plaza MIR entre los primeros 4.000 candidatos durante la última convocatoria. Soria tuvo que esperar hasta el candidato 4.594 para entrar en el proceso.
Existe un problema y hay que solucionarlo a través de incentivos y políticas que hagan atractivas estas plazas difíciles de cubrir. Porque el trabajo de los responsables de la gestión del Sacyl no es buscar excusas, es encontrar soluciones.
Pero la lista de razones no acaba aquí. Seguimos teniendo muchos motivos para volver a las calles.
Según los últimos datos conocidos, en el Centro asistencial de Soria faltan alrededor de 20 especialistas. Ante esto, los responsables del Sacyl, la Junta de Castilla y León se dedican a organizar sainetes como el del servicio de oncología, algo que demuestra, una vez más, la pésima gestión de la sanidad que se realiza en Soria desde la delegación territorial de la Junta. Como consecuencia de esta carencia de especialistas, las listas de espera no paran de crecer, siendo la provincia con la media más elevada de la Comunidad.
A los pacientes sorianos nos toca esperar una media de 181 días, mientras que en el conjunto de Castilla y León es de 95 días. Según datos del propio Sacyl, en diciembre de 2022 había 990 sorianos en lista de espera quirúrgica; 11.187 esperando para primera consulta externa, con un tiempo medio de espera de 181 días, 86 más que la media de Castilla y León; y 1.453 en las listas de espera de técnicas diagnósticas, con una media de retraso de 106 días, mientras que la media en Castilla y León es de 74 días.
Nos llaman victimistas y pesimistas.
¿Victimistas? Víctimas de una pésima gestión de la Consejería de Sanidad de la Junta en Soria que afecta directamente a nuestra salud.
¿Pesimistas? Sí, con las políticas que lleva a cabo la junta en Soria desde hace 36 años y que nos han traído hasta aquí.
Porque el Estatuto de Autonomía de Castilla y León dice: “Los ciudadanos de Castilla y León tendrán garantizado el acceso, en condiciones de igualdad, a los servicios sanitarios de la Comunidad en los términos que la ley determine”. Repito: en condiciones de igualdad.
Es la Junta de Castilla y León la que incumple en Soria el Estatuto que rige esta comunidad autónoma. Nos trata como a ciudadanos de segunda. Y no sólo nos toca esperar más, también nos obligan a viajar para tener salud.
En el año 2022, 3.600 pacientes sorianos nos vimos obligados a viajar a otras provincias para recibir tratamientos, que, en muchos casos, duran unos minutos. Un hecho que prácticamente sólo pasa en Soria. Esto se traduce en 10.000 desplazamientos anuales que suponen recorrer cientos de kilómetros por carreteras penosas, obsoletas y peligrosas, porque en Soria apenas disponemos de especialidades ni de autovías.
Nos vemos obligadas a realizar desplazamientos para recibir, por ejemplo, tratamientos de radioterapia, tratamientos que no se realizan en Soria porque llevamos desde el año 2007 esperando a que se instale la unidad de radioterapia. Y esto hay que vivirlo en primera persona. Yo misma lo he sufrido. Cientos de kilómetros de ida y vuelta desde El Burgo de Osma a Burgos para recibir durante varias semanas un tratamiento de radioterapia que no se puede recibir en Soria porque no tienen palabra.
Una promesa que hizo hace 16 años, aquí en Soria, un presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera y que el actual presidente, Fernández Mañueco también lleva prometiendo 4 años. Y no será antes del año 2026 cuando veamos en marcha esta unidad tan necesaria, que hace tanta falta en esta provincia, cuya carencia añade penurias a la enfermedad. 19 años después de aquel compromiso. ¡19 años y miles de kilómetros a las espaldas de los pacientes oncológicos de Soria! Y si en uno de esos traslados para recibir un tratamiento o una intervención algo va mal y el paciente fallece en un hospital de fuera de la provincia, es la familia la que tiene que hacerse cargo del desplazamiento del cadáver. Algo que nos afecta en mayor medida a los sorianos porque en Castilla y León somos los que más tenemos que desplazarnos a otros centros hospitalarios.
Hace unas semanas, en las Cortes de Castilla y León, los procuradores de Soria ¡YA! pidieron al consejero de Sanidad que el Sacyl asumiera el coste de ese traslado igual que asume el viaje de ida a un hospital en otra provincia. Se negó. Ayer defendimos una proposición no de ley en el mismo sentido, que sea la Junta la que soporte este gasto del desplazamiento del difunto. PP y Vox votaron en contra.
Seguimos teniendo una unidad de ictus que en realidad no lo es, porque los casos graves se tienen que seguir derivando de urgencia a Burgos, de nuevo, por una carretera peligrosa como la N-234 si el helicóptero está en otro servicio.
Por esto, seguimos exigiendo a la Junta un helicóptero medicalizado con visión nocturna y base en San Esteban de Gormaz. Somos el territorio de Castilla y León con menos recursos propios, los que más necesitamos estos servicios para traslados urgentes, en una provincia cuya población está muy repartida por muchos núcleos de población.
En la mitad de la provincia, el helicóptero medicalizado que nos da servicio desde Burgos está a 30 minutos. En la otra mitad, a más de media hora. Algo que sólo sufrimos los sorianos. Urge disponer de este servicio en una provincia en la que muchas emergencias suponen un traslado rápido a Burgos o Valladolid, incluso a otras comunidades autónomas.
Y queremos recordar aquí, en el centro de Soria, que ni Partido Popular ni PSOE apoyaron la devolución de los estudios de Medicina a Soria. El primero, con su voto en contra, el segundo, poniéndose de perfil.
Se les llena la boca con la palabra ‘compromiso’ pero cuando llega el momento de la verdad, de demostrarlo con HECHOS, anteponen sus intereses partidistas. Soria no es su prioridad. La Junta habla de reto demográfico, de lucha contra la despoblación, pero nos encontramos que, en muchas áreas rurales de salud, en muchos de nuestros municipios, faltan pediatras y el servicio se ve reducido a mínimos ante la impotencia de madres y padres que, en muchas ocasiones, se plantean la posibilidad de abandonar su pueblo.
La lista es larga: Pinares, El Burgo de Osma, Berlanga de Duero, Ólvega, Ágreda, Arcos de Jalón, son muchas las localidades de la provincia que ven mermados sus servicios de pediatría o, directamente, la atención a menores de 14 años no la realiza un especialista, un pediatra, sino un médico de familia. Así es muy difícil que las familias se asienten en nuestros pueblos, que se queden en ellos. Porque con la salud de nuestros hijos e hijas no se juega. El cierre o el recorte de servicios en nuestros consultorios rurales no ayuda a mantener población y penaliza a personas de edad avanzada que no disponen de transporte para desplazarse al médico cuando lo necesitan. La lucha contra la despoblación se demuestra con políticas que aseguren los servicios en nuestros pueblos, no su recorte.
¿Más motivos para estar hoy aquí?
El pasado 13 de marzo, el consejero de Sanidad visitó Soria para anunciarnos que las obras de reforma del hospital de Santa Bárbara se volverían a retrasar hasta 2026. Vino a Soria para eso, para anunciar otro retraso más, hemos perdido la cuenta.
Queremos recordar a la sociedad soriana que estas obras comenzaron en el año 2007 y se deberían haber finalizado en 2012. Este nuevo retraso va a suponer casi 20 años de reforma, mientras los nuevos hospitales de Burgos o de Valladolid, a los que tenemos que viajar con asiduidad, se construyeron en 6 y 9 años, respectivamente.
Está claro que las obras de las administraciones públicas se ejecutan más rápido donde hay más votos. Lamentable. Y mucho nos tememos que los centros de salud pendientes en Almazán, El Burgo de Osma, San Leonardo y el Soria Norte sigan el mismo camino de atrasos y paralizaciones de obras, y tardemos años en verlos finalizados y dando servicio a los vecinos y vecinas de estas localidades. Los proyectos en Soria no avanzan ni en tiempos de prosperidad ni en tiempos de crisis. Sin embargo, sí crece la lista de excusas, que es agotadora. Seguimos esperando la declaración de Zona Especial Farmacéutica de Villar del Río, a pesar de que el 17 de agosto de 2020, tras una reunión con la delegada territorial de la Junta, Yolanda de Gregorio, el diputado Tomás Cabezón asegurara que esta declaración era cuestión de días. El próximo mes de agosto se cumplirán 1.095 días, 3 años, y los vecinos de Tierras Altas siguen esperando una respuesta a sus demandas. En las Cortes de Castilla y León el presidente Mañueco y su consejero de Sanidad nos llaman victimistas por denunciar la situación de la Sanidad en la provincia de Soria. Con esta concentración queremos que vean con sus ojos que no es una cosa que denunciemos a la ligera, sino que es un clamor popular de toda la sociedad soriana.
Exigimos a la Junta de Castilla y León medidas diferenciadoras que favorezcan e incentiven la llegada de profesionales sanitarios a los centros médicos de la provincia. Que pongan incentivos para que se completen las plazas MIR en su totalidad y Soria sea un destino atractivo para continuar la formación de futuros profesionales. Que discrimine de forma positiva al medio rural en sus políticas sanitarias para que sus habitantes no se vean obligados a tener que abandonar sus pueblos por la falta de profesionales. Que la Junta solicite a la Universidad de Valladolid la implantación del grado de Medicina en el Campus de Soria y el aumento del número de plazas en el grado de Enfermería.
Exigimos al Ministerio de Sanidad que agilice los trámites para homologar las titulaciones de médicos especialistas no comunitarios. Y que las administraciones incentiven el retorno de profesionales sanitarios españoles que ejercen en otros países de nuestro entorno para paliar las carencias en el Sistema Nacional de Salud. Hacer lo mismo de siempre se está demostrando inútil e ineficaz. Para conseguir igualdad, en muchas ocasiones, es necesario llevar a cabo medidas desiguales, que beneficien al que menos tiene, al que está peor, no que les castigue, tal y como ocurre ahora.
Estamos cargados de razones para exigir a la Junta de Castilla y León, una sanidad pública, digna y de calidad en la provincia de Soria, que ser pocos no nos penalice, como viene siendo habitual. Este es un tema que nos atañe a todos sin distinción, en el que hay que dejar las diferencias a un lado, y que requiere de unidad ante el olvido y abandono de la Junta de Castilla y León en un asunto en el que nos jugamos nuestra salud.
Sólo la unión de la sociedad soriana puede conseguir que la Junta cambie y empiece a trabajar de verdad para nuestra provincia.
¡PORQUE NO QUEREMOS SER ENFERMOS DE SEGUNDA! ¡PORQUE QUEREMOS SER TRATADOS IGUAL QUE EL RESTO DE PACIENTES DE CASTILLA Y LEÓN!