De clandestinidad y detenciones a ser todo un reclamo en la actualidad: el reconocido juego de azar propio de la Semana Santa

Aranda de Duero

La Semana Santa, sin lugar a dudas, es una época de tradición. Y no solo religiosa. Es lo que hemos podido poner de manifiesto este martes junto a Máximo López Vilaboa, que excepcionalmente nos ha acompañado fuera de plazo para repasar la historia del juego de las chapas. Un juego de azar que tuvo mucho tirón en localidades como por ejemplo Aranda de Duero. "Se juega en estas fechas porque rememora el sorteo que hicieron los soldados romanos de la túnica de Jesucristo antes de la crucifixión. Lo que ponen los Evangelios es que la sortearon porque era una sola pieza y veían que podía tener menos valor si partían las telas. Y luego la imaginación de la gente, que se ve que le gusta divertirse y jugar", cuenta.

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En qué consiste

"Es un juego sencillo en el que se apuesta con dos monedas a cara o cruz. Se lanzan esas monedas al aire tras apostar a pares o cualquier variante, y es un juego que tiene tradición entre la clandestinidad; estuvo años prohibido y otros años se hacía la vista gorda ante los grandes corros que se formaban en la calle. Se jugaban cantidades moderadas y ahora está regulado para los tres días: Jueves, Viernes y Sábado Santo", explica, comentando que "lo prohibido muchas veces es atractivo" y que en la capital ribereña "se jugaba a las chapas en las Huertas, que se supone que es ahora la zona de Barriles y Santa Catalina".

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Detenciones

Pero este juego propio de la Semana Santa a veces se extrapolaba a otras fechas y momentos populares. Fue el caso de las fiestas patronales. "Ocurrió en localidades cercanas como Fuentespina. Hace justo 160 años hubo una serie de jóvenes que jugaron a las chapas y quien hizo de baratero lanzando las chapas y llevándose comisión luego reclamó que no se le había pagado. Gracias a ese pleito tenemos ese testimonio -encima el baratero era el hijo del alcalde-, y sabemos que intervino la Guardia Civil y hubo detenidos. Hay un problema de seguridad jurídico cuando no estaba regulado y un problema de orden público de los mozos. Esa intervención también buscaba perseguir también el juego, porque trae muchos problemas", relata Vilaboa, que añade que en algunas localidades "se potenció el deporte como sustitutivo de este juego".

¿Es una afición extendida?

"En los últimos años con la pandemia se suspendió y no hubo actualizaciones administrativas", asevera Maxi. "Hasta el año pasado no se retomó el juego de las chapas y en Aranda por ejemplo no hubo solicitudes de autorizaciones, pero sí las hubo en Roa, o lugares próximos como Sacramenia o Riaza, en Segovia. En Castilla y León donde más afición hay es en Palencia, León y Valladolid, y curiosamente en algunas otras provincias no hay afición ni se solicitan autorizaciones", sentencia, en una charla que puede reproducirse en el audio superior.