Y ahora la Plaza Mayor
La Firma de Elisa Docio
Y, ahora la Plaza Mayor. La Firma de Elisa Docio
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Palencia
En los tiempos que corren ya no se si es políticamente correcto decir que si montan un circo les crecen los enanos. Si no se puede lo retiro. En cualquier caso, me refiero a los patinazos que se está marcando la concejalía de Urbanismo del ayuntamiento de Palencia, no da una, lo que un día vende como un proyecto estrella al siguiente se lo tira algún organismo que debiera haber sido consultado. Cada día un titular a cual más sorprendente. El último dice que Patrimonio “Desautoriza la reforma de la Plaza Mayor y exige cambios”. En su informe, la Comisión se despacha apuntando cuatro deficiencias en el proyecto: que si el color del granito elegido para las losas es inadecuado para el entorno, que el monumento ha de quedarse en el centro de la plaza, que el estudio carece de previsión de preinstalaciones eléctricas e iluminación. Y no vamos a entrar en el controvertido tema de las farolas hiper minimalistas e incongruentes que nos colocaron el año pasado, ni en las sucesivas sentencias del juzgado de lo contencioso suspendiendo las encarnizadas talas de árboles con las que el arboricida concejal de Urbanismo se ensaña en diferentes partes de la ciudad.
En paralelo a estos fallos garrafales y como estamos en precampaña electoral, el actual teniente de alcalde y candidato, nada menos que por cuarta vez, a la alcaldía de Palencia, Alfonso Polanco, se prodiga por las redes prometiendo lo que no cumplió en sus ocho años de mandato y sin mencionar la millonada de fondos europeos que estamos devolviendo de camino a Europa con la etiqueta vergonzosa del incumplimiento de objetivos.
De todos esos fallitos no habla el Sr. Polanco a sus compañeros de partido, Cuca Gamarra y Fernández Mañueco, que vinieron a apoyarle pero se limitaron a cargar contra Sánchez a falta de tener logros que contarnos de su candidato cuando fue alcalde.
Y, ojo al dato, con esta infausta trayectoria dice el señor Polanco que pretende poner a Palencia como ciudad piloto de la Agenda Urbana Española con vistas “a la sostenibilidad económica, social y medio ambiental”.
Las palabras no cuestan dinero, antes daban cierta libertad porque, según se afirmaba en política, la gente no tiene memoria y se las lleva el viento, de modo que solo nos recordaban lo que querían. Lo malo es que ahora quedan escritas y siguen resonando por todas partes. Maldito Google que lo registra todo.