¿Puedo alquilar un piso si tengo animales?

Valladolid

Para la mayor parte de las personas no son una mascota ni tampoco animales de compañía, son un miembro más de la familia. Por lo tanto, si nadie nos pone pegas a la hora de alquilar si tenemos una mujer, un abuelo o una tía viviendo con nosotros, nadie debería ponernos problemas a la hora de arrendar una casa si nuestra familia cuenta con un animal, pero la realidad no es así.

Solo el 4% de los contratos de alquiler en España permiten expresamente el acceso a familias con animales, según un estudio realizado por el portal inmobiliario Fotocasa en colaboración con la Fundación Affinity. Este porcentaje ha bajado en 2022 comparado con el año anterior en el que se situaba en el 5%. En Castilla y León nos encontramos uno de los registros más bajos de España: solo el 0,39% de los pisos en alquiler en Palencia permiten familias con animales.

La ley se pronuncia al respecto

Antes se podía incluir una cláusula en los contratos de alquiler que hacía referencia expresa a los animales domésticos y ahora no puede aparecer esa discriminación porque "va en contra de la Ley de animales de compañía", deja claro Marco Valdegrama, presidente de AEGI en Castilla y León.

Valdegrama lo tiene claro: "Podemos ir directamente a la ley que dice que los animales domésticos son parte de la unidad familiar, por lo tanto, decir que un gato o un pero no pueden estar en la vivienda en la que habito es tanto como decir que tengo que dejar a mi padre, a mi hijo o a mi mujer fuera de casa", por lo tanto no está permitido restringir que vivan con nosotros porque "estaríamos saltándonos la ley".

La principal razón que mueve a los dueños a buscar inquilinos sin animales es "que dicen que los perros y gatos pueden dañar el mobiliario", explica este profesional, aunque deja claro que "para la buena convivencia de todos, es necesario tomar unas medidas". A parte del seguro del hogar y la fianza que se deja cuando uno alquila una vivienda, "existen seguros para animales de compañía que se pueden contratar. Si el perro ha mordido el pomo de la puerta y lo ha destrozado, se llama al seguro y se hace cargo, lo cambia y ya está. El seguro de la casa lo tendría que pagar el propietario de la vivienda y el seguro del animal, el dueño del mismo", explica Valdegrama.

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Los dueños de los animales se sienten impotentes

El mercado inmobiliario está como está y muchas personas tienen verdaderos problemas para encontrar una vivienda adecuada a sus gustos y ajustada a su presupuesto, pero en la mayor parte de los casos se le añade la prohibición de los animales. "Lo que expresan ya es impotencia. Cuando llegan a la inmobiliaria llegan escaldados, porque en un sitio le han dicho que no, en el otro tampoco y cuando llegan a ti lo hacen casi casi de rodillas pidiendo por favor un piso en el que puedan tener animales", relata Marco Valdregrama.

Lo ponga en la una ley o no, aparezcan en un contrato de alquiler o no, los animales son un miembro más de la familia que no tendrían que suponer un problema para que nadie pueda alquilar un piso.